Ha tenido lugar un hecho histórico para la colectividad italiana de Mar del Plata: el “Circolo Italiano”, institución con más de 90 años de existencia en la ciudad, donó a la Asociación Dante Alighieri el inmueble de Bolívar 2587, donde ésta funciona desde hace décadas.

El acto para formalizar la donación fue simple pero pleno de emociones, motivadas por ver el fruto de muchos años de trabajo por parte de las dos organizaciones, y también por vislumbrar los cambios que, en beneficio de la difusión de la lengua y la cultura italianas, habrá de generar este paso patrimonial.

Presidieron la ceremonia Giancarlo Antonello como titular del Circolo y Marcelo Liberati como presidente de la Dante Mar del Plata.

Marcelo Liberati y Liza Garimano informan a LA CAPITAL sobre los proyectos de la Dante a partir de contar, ahora, con la propiedad de su sede.

“Un gran regalo”

En la ocasión, Liberati expresó el profundo agradecimiento, tanto suyo como del resto de la joven comisión directiva de la Dante, por “este gran regalo que nos hacen” y el compromiso a continuar destinando el inmueble a la enseñanza y difusión de la cultura italiana, siendo éste el objetivo esencial de la iniciativa.

Entre otros directivos de las dos entidades y periodistas invitados, también se hallaban presentes por parte del Circolo Juan Scenna (vicepresidente), Luciano Angeli (secretario) y Mauro Golé (tesorero), y en nombre de la Dante, Liza Garimano (tesorera y directora de estudios) y Erika Garimano (secretaria).

En diálogo con LA CAPITAL, Liza Garimano destacó el tiempo nuevo que ofrece la donación: “es muy importante porque se trata de un edificio de muchos años, poco menos que centenario, y ahora contamos con la certeza de que toda modificación que sea necesaria en él para un mejor funcionamiento, aún para ampliar el espacio y así contener el grande y creciente interés por el italiano que hay en la ciudad, será algo definitivo, con una extraordinaria perspectiva de futuro”.

Los directivos de la Asociación Dante Alighieri Mar del Plata, Liza Garimano (tesorera), Marcelo Liberati (presidente) y Erika Garimano (secretaria)

Liza también destacó la labor ad honorem, impulsada por la pasión por la lengua y cultura italianas, que realizan los consejeros de la Dante, ofreciendo su tiempo y voluntad tras sus respectivas jornadas de trabajo.

En el caso de Giancarlo Antonello se puede hablar de una identificación de larga data con la Dante Mar del Plata, la que presidió en otro tiempo.

Marcelo Liberati destacó el hecho de que la donación parte de una institución como el Círcolo que allá por los años veinte reunía a los italianos de las primeras olas inmigratorias buscando mantener vivas las raíces, y que en el tiempo supo reforzar los lazos de la italianidad.