Dominio en el historial, con el recuerdo del ’78
El otro antecedente es de 1930. Argentina y Francia jugarán el tercer partido entre sí en los Mundiales.
KAZAN, Rusia- Argentina venció a Francia las dos veces que se enfrentaron en la historia de los Mundiales de fútbol. La Selección se impuso 1-0 en Uruguay 1930 y 2-1 en el estadio Monumental en la competencia organizada en este país en 1978.
Pero el saldo también es favorable para la albiceleste en partidos amistosos. En total se enfrentaron once veces: Argentina ganó seis partidos y marcó doce goles, mientras que Francia venció solo en dos ocasiones y convirtió siete goles. Los restantes tres duelos terminaron igualados.
El antecedente más próximo data del 11 de febrero de 2009, en un amistoso disputado en Marsella, cuando Diego Maradona era el entrenador de Argentina. El seleccionado albiceleste se impuso 2-0 con goles de Jonás Gutiérrez a los 41′ de la etapa inicial y Lionel Messi a los 38′ del complemento. De aquel plantel se repiten, además del “10”, Javier Mascherano, Sergio Agüero y Angel Di María.
El partido más recordado es el del Mundial 1978. Porque antes de su partida hacia Argentina, “los Bleus” fueron interpelados por intelectuales y militantes de la sociedad civil de su país, que reclamaron un boicot al torneo para denunciar el régimen dictatorial.
“Argentina jugaba de local y no era algo simple para nosotros. Porque en virtud del contexto, con la Junta militar dirigida por el general Videla, los argentinos absolutamente debían ganar el Mundial en su casa. Había mucha presión”, recordó el ex delantero francés Bernard Lacombe. “Me costó comprender”, confesó actualmente el ex defensor Marius Trésor. “Amnesty International quiso mezclar política y deporte y no quería que vayamos. Pero Francia no disputaba esta competición desde 1966. ¡Habíamos hecho todo para clasificarnos!”, recordó.
En la fase de grupos del Mundial 1978, Francia debutó en Mar del Plata con una derrota 2-1 frente a Italia. Por eso necesitaba ganar frente a Argentina, que había debutado con un triunfo por el mismo resultado contra Hungría.
“Recuerdo nuestro ingreso al campo de juego. Había una puerta en el piso para acceder al terreno y un tipo había abierto uno de los paneles para dejarnos pasar. Cien mil espectadores, con los papelitos. El estadio parecía moverse y te ponía la piel de gallina”, contó Lacombe.
“Es uno de los más bonitos recuerdos visuales de mi larga carrera”, comentó el expuntero izquierdo Didier Six. “Cuando estamos en el terreno, con tribunas sobre nosotros, todos esos papelitos que caían al campo, fue extraordinario”, dijo.
El partido fue muy disputado, pero poco antes del descanso, llegó la jugada de la discordia y la que todavía los franceses recuerda.
“Fue un pase largo en profundidad para (Leopoldo) Luque, sobre la banda izquierda, mi costado derecho, me tiró, él falla su disparo. El balón me pasa entre las piernas y lo toco con la mano al caer al piso”, explicó. Y se quejó: “Era el país organizador, los árbitros no eran totalmente neutros. En ningún momento tuve intención de hacer mano y detrás mío no había un (jugador) argentino. No era un impedimento de una ocasión de gol. El árbitro suizo en principio pitó córner, pero luego cambió su decisión.
Daniel Passarella lo transformó en gol y puso en ventaja a la selección albiceleste. Pero los franceses lograron la igualdad con un tanto de un joven Michel Platini, antes del tiro de gracia de Luque, quien marcó a falta de quince minutos para el final y sentenció la eliminación francesa, que se despidió con una victoria 3-1 sobre Hungría en Mar del Plata el día que jugó con la camiseta de Kimberley.
Debut mundialista contra Francia
Argentina jugó su primer partido en un Mundial de fútbol justamente frente a Francia, el 15 de junio de 1930 en Montevideo, Uruguay. El seleccionado albiceleste, dirigido por Francisco Olazar, se impuso 1-0 con un gol de Luis Monti a falta de nueve minutos para el final. El propio jugador de San Lorenzo, subcampeón con Argentina en 1930 (tras caer la final con Uruguay), pasó después de la competencia a Juventus. Y cuatro años más tarde, gracias a su doble nacionalidad disputó el Mundial 1934 para Italia, con el que se consagró campeón.