El día amaneció nublado y con altas probabilidades de lluvia en la ciudad, por lo que, tras días de playa y calor intenso, turistas y marplatenses aprovecharon el descanso obligado de la playa para recorrer los puntos turísticos de La Feliz, tan tradicionales como ineludibles.

Minutos antes de las 11, la Banquina de los Pescadores ya se encontraba repleta. Con la postal de las memorables lanchitas amarillas de fondo y tangos y tarantelas tocadas en el acordeón, lo que definitivamente le aportan una mística diferente al paseo, familias y grupos de amigos se disponían a tomarse las “selfies” de rigor. La misma que segundos después ya estaba online, en cuanta red social el turista esté anotado y con la ubicación aclarada, por si el paisaje no fuera suficiente.

Directo de Olavarria, los Rodríguez y los Wagner disfrutan de una de las postales más tradicionales: el Puerto.

Así era el caso de las familias Rodríguez y Wagner, oriundas de Olavarria. En las últimas horas de lo que fue una escapada de fin de semana, se disponían a recorrer los locales de souvenires y venta de pescado y conservas, al tiempo que descansaron de la mini-caminata con unos infaltables mates para “aguantar” hasta la hora del almuerzo.

“Encontramos la ciudad hermosa. Los precios nos parecieron bien, acordes con los cambios de precios de este año”, señaló Pamela, una de las mujeres del grupo. Hospedados en un hotel de la zona de Punta Mogotes, aprovecharon los días de sol para hacer playa en la zona. “Por suerte fuimos y volvimos caminando, porque la cantidad de gente y de autos era muchísima. Estuvo hermoso”, señaló.

Ángeles y Nicolas, un matrimonio de Buenos Aires, volvieron a la ciudad después de algunos años. Con la pequeña Juana en brazos, ella destacó haber visto a la ciudad “muy linda”. “Hay gente, pero se puede caminar y disfrutar”, señaló, aunque reconoció que esperaba que todo sea un “caos”. Esperan pasar una semana más en un departamento familiar que tienen en el centro, por lo que la sonrisa aparece en su rostro cuando se habla del pronóstico extendido. “Se vienen días muy lindos y calurosos”, señaló.

Mientras de los colectivos 511, 221 y 562, entre otros, seguían bajando numerosos grupos preparados para disfrutar del clásico paseo, otros recorrían los locales comerciales para conocer la oferta disponible. Con tres cajas de alfajores o una porción chica de rabas a $300 cada una, la elección no parecía fácil.

Las nubes también hicieron que el centro comercial y cultural Paseo Aldrey también estuviera repleto este domingo. Con ofertas que llegan hasta un 70% de descuento, varios eran los que, tentados por las llamativas rebajas, ingresaban a los locales, consultaban y, si bolsillo y gusto coincidían, compraban.

Así fue el caso de Cristian, de Tandil. De “escapada de fin de semana” con su familia, el hombre oriundo de la localidad vecina aseguró que, tanto en indumentaria como en comida, “Mar del Plata siempre ha sido muchísimo más barata que Tandil”. “Es algo que nosotros sufrimos. Por eso, a menos que estemos apurados, las compras las hacemos acá”, señaló.

Y agregó: “En general, los precios me parecieron que estuvieron bien. Creo que tanto en restaurantes como en los balnearios, los empresarios fueron cuidadosos y no aumentaron un disparate. Aumentaron, sí, eso se nota, pero podría estar peor”.

Antes de la llegada de la lluvia y aprovechando la cercanía al Paseo Aldrey ubicado en Sarmiento y Alberti, muchos también extendían los paseos hacía el centro comercial Güemes, que también tenía sus calles colmadas de familias y grupos de amigos que comparaban precios y evaluaban el mejor restaurante para disfrutar del almuerzo.

En la recorrida que hizo LA CAPITAL, el sector gastronómico pareció el más satisfecho. Con una amplia oferta de cervecerías sobre la calle Olavarría, los encargados de algunas de las que este domingo se encontraban abiertas haciendo la limpieza correspondiente señalaron, entusiasmados, el buen balance. “Estamos muy sorprendidos. Me atrevo a decir que el nivel es similar a temporada de otras épocas”, indicó la responsable administrativa de un importante local cervecero por calle Roca.

En lo comercial, los balances son más cautelosos. “Veo mucha gente, entran a consultar, pero pocos se deciden por comprar”, señalaron desde un local de camperas y bolsos para el público femenino.

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