por Belén Escobar

El Gobierno se encamina a cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y logró una tregua en el frente financiero, aunque con un economía en rojo que comenzó a sentirse con fuerza en los índices de desocupación y pobreza.

Tras registrar un récord de $40,51, el dólar finalizó la semana con tendencia negativa y cerró a $38,13 en una plaza cambiaria con una menor demanda y un clima de mayor calma.

Así sucedió luego de una licitación de Lebac en la cual el Banco Central mantuvo la tasa y adjudicó el total del monto ofertado y una subasta de Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos por parte de Hacienda.

Ambos factores contribuyeron para que durante la semana aplacara la tensión y el nerviosismo de la city porteña.

A ello se sumó el trascendido respecto de que el Gobierno podría poner en marcha un cambio de estrategia en el mercado cambiario para quitar incertidumbre sobre el precio del dólar.

A través de esas herramientas, la administración de Mauricio Macri marcó la cancha y logró revertir las expectativas en el sector financiero tras los días de turbulencia que ponían en duda cuál iba a ser el techo del billete verde, algo que parece superado por el momento.

Sin embargo, aún hay múltiples variables económicas en rojo y todo apuntaría a que en lo que resta del año los resultados negativos se profundizarán.

La devaluación, la sequía y la inflación ya comenzaron a reflejarse en los indicadores sociales y el propio Gobierno admite que los signos de recuperación llegarían recién en el primer cuatrimestre del próximo año.

El Indec dio a conocer que la desocupación trepó en el segundo trimestre al 9,6%, la cifra más alta en doce años, mientras que significó un incremento de casi un punto contra el mismo período de 2017.

Junto con el desempleo también creció el avance del trabajo informal y precario, hecho que impacta de manera negativa en el poder adquisitivo, el consumo y, por lo tanto, en el mercado interno.

Además, el jueves el instituto que conduce Jorge Todesca publicará la incidencia de la pobreza y de la indigencia del primer semestre del año.

Analistas anticiparon que los números van a exponer un crecimiento en la problemática y, de hecho, estimaron que podría volver a superar el 30 por ciento.

El Gobierno aún no dio a conocer un plan para poder superar esa crisis y siente cada día un poco más la presión de los gremios para volver a discutir paritarias por la aceleración de los precios minoristas.

Pero, las energías están puestas ahora en sellar el nuevo desembolso con el FMI, el cual aseguró que hay “importantes progresos” en las negociaciones con la Argentina.

Se espera que el presidente Mauricio Macri mantenga un encuentro con las autoridades del organismo durante su visita a los Estados Unidos en los próximos días y, según trascendió, el acuerdo podría ser sometido a evaluación del organismo el próximo viernes.

En paralelo, el Poder Ejecutivo negocia con la oposición para garantizar su gobernabilidad y lograr la aprobación del Presupuesto, que contiene números que hasta el momento parecen ficticios al proponer un tipo de cambio prácticamente en el mismo nivel que el actual.

Especial para NA.