Un adolescente de 14 años llevó un arma a una escuela del centro de la ciudad y fueron los propios docentes los que debieron sacarla de su mochila y alertar a la policía.

El hecho ocurrió en horas del mediodía de ayer en la Escuela Nº 1 Pascuala Mugaburu, ubicada en 25 de Mayo al 2700, a la que asiste el joven. En su poder, el alumno tenía una especie de revólver al que le faltaban partes, estaba descargado y no apto para disparar, pero de todas formas causó el temor de los presentes.

De acuerdo a la reconstrucción del caso, pasadas las 13 el estudiante le contó a uno de sus compañeros que tenía un arma en su mochila, y más tarde se la mostró. El otro joven, asustado, fue a contarle a la maestra lo que había visto y la mujer dio aviso entonces a la directora de la institución.
Acto seguido, los docentes del establecimiento decidieron llevar al adolescente a la dirección y preguntarle por lo que tenía en su mochila. Por supuesto, el alumno negó la existencia del arma y, finalmente, le exigieron que abriera su bolso donde efectivamente se encontraba el objeto.

Tras quitárselo, dieron aviso a la policía y personal del CPC Norte llegó a la escuela para analizarlo. Entonces, los uniformados comprobaron que se trataba de un arma descargada y no apta para disparar, por lo que no se constituyó delito alguno.

Sin embargo, los investigadores dieron aviso a la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Mariana Baqueiro, quien ordenó el secuestro del objeto. Además, averiguó sus datos, y supo que no se trataba de un joven con problemas con la ley.

Pese a ello, la fiscal Baqueiro dispuso que el adolescente no fuera restituido a sus familiares y quedara bajo la tutela del área de Minoridad municipal, hasta tanto se aclare la situación que vive en su casa.

Por otra parte, desde el fuero al que pertenece la investigadora buscarán elaborar un protocolo de actuación para casos como este, ya que la policía no puede ingresar a los establecimientos educativos y los docentes corren riesgos muy grandes si toman intervención, en esos momentos, para quitarles un arma o un objeto peligroso a los estudiantes, lo cual no debe ocurrir de ninguna manera.