Distintas bebidas alcohólicas son destiladas en la ciudad
Variedad de brebajes alcohólicos son destilados en la ciudad por emprendedores marplatenses. Desde gin hasta vodka, pasando por licores frutales, las creaciones locales tratan de ganar mercado.
Victoria Roura y Marcos Quintero, creadores de Worker.
A las fábricas de cerveza artesanal y los viñedos ubicados cerca del mar, en los últimos tiempos se sumaron los destilados de distintas bebidas generando que Mar del Plata se posicione como una plaza generadora de varios brebajes alcohólicos. Las experiencias de emprendedores de rubros se multiplican y algunos contaron sus vivencias a LA CAPITAL.
Ganas de producir, permanecer en el lugar de origen y continuar con parte del emprendimiento familiar fueron factores que decidieron a Victoria Roura y Marcos Quinteros a comenzar en 2006 con una marca de bebidas espirituosas.
Hoy comercializan más de 30 brebajes distintos, desde gin hasta vodkas saborizados, incluyendo licores y whiskies, bajo la etiqueta Worker y producen alrededor de “12 mil litros por mes” entre todos los productos.
“Quise producir algo desde siempre -reseñó Marcos- y teníamos un emprendimiento familiar de distribución de bebidas. Se sumaron las ganas de desarrollar algo en el lugar donde vivo y lo fuimos gestando”.
Así fue que empezó con la investigación, fueron probando y empezaron destilando vodka. “Cada proceso de destilación -explicó- varía de acuerdo al producto, ya que algunos incluyen frutas de estación, otros maceraciones y otros productos lácteos y cremosos. Producimos para abastecer a una barra que ofrezca todo tipo de tragos”.
Lucha
Si bien el puntapié inicial lo dieron con el vodka, después fueron añadiendo gin, tequila, ron, whisky, licores y vodkas saborizados, utilizando tanto insumos de la zona como importados.
Victoria y Marcos se conocieron mientras estudiaban Comunicación Social en la UBA y se definen como parte “de una generación que emigró y nosotros decidimos quedarnos y pelearla en el país”, contó ella. “Tuvimos la idea, la desarrollamos, la llevamos a cabo y ahora hay que aguantarla”, señaló él.
La marca se comercializa en supermercados de barrio y en almacenes, en Mar del Plata y la zona, tratando de posicionarse “ante adolescentes pero al tener una amplia gama de productos, también se amplía la franja etaria de los consumidores”, detallaron.
Las bebidas de Worker se venden en envases de litro, 3/4 y petacas, en distintos puntos o a través de redes sociales como Facebook.
“La idea es llegar a todo el mundo posible. Nos enfocamos en productos de calidad para todo público, con buena imagen. Nuestro espíritu de vida y forma de ser implica calidad y acceso para todos”, explicaron.
Gin artesanal
Un camino similar eligió transitar Matías Iriarte, cuando en 2015 -estando en Londres- se inspiró al visitar la fábrica de gin Beefeater y decidió buscar los ingredientes perfectos “para una bebida fresca y agradable. La inspiración viene de las costas del océano Atlántico, de Mar del Plata”. Así, después de investigar junto a su primo Franco Regalini, nació Restinga y en enero del año pasado presentaron la primera botella.
La bebida es netamente artesanal, ya que producen su propio alcohol para destilar y le añaden los botánicos necesarios (cítricos, hierbales) y un dejo de sal marina para generar un sabor único con reminiscencias al accidente geográfico cercano al faro.
Para elaborar el london dry gin “generamos un alcohol 100 por 100 granos (malta y maíz) y se macera durante 90 minutos a temperatura controlada. Luego trasvasamos a los fermentadores e incorporamos la levadura neutra para lograr un alcohol de 6 por ciento”, explicó Iriarte.
La primera destilación se realiza “en un alambique tradicional fabricado a mano, con un calentamiento muy pausado durante 8 horas obteniendo un alcohol de 30 por ciento. A la segunda destilación se incorpora el alcohol de la primera destilación y los 9 botánicos rigurosamente seleccionados en la columna del alambique y así se pueden extraer los aromas y sabores mediante vapor”. La destilería está ubicada sobre la Autovía 2, en cercanías de Coronel Vidal.
Espirituoso
Una vez terminada la segunda destilación se reposa por 48 horas para redondear los sabores y por último se embotella y etiqueta todo de forma manual, numerando cada botella una por una para tener un seguimiento post venta.
Hasta ahora, la producción llegaba a “las 250 botellas, de 750 cc, por mes. Con el nuevo equipo trabajando a pleno podríamos llegar a las 2 mil mensuales”, explicó Iriarte y la comercialización la realizan tanto por redes sociales como en tiendas físicas. También se sirve en algunos bares.
La creación del gin se le atribuye al profesor de medicina de la Universidad de Leiden, Franciscus de la Boe (1614-1672), que preparaba bebidas destiladas mezclándolas con fresa del tipo juniperus communis, para ser utilizadas como diuréticos. La fruta era conocida según su nombre francés genièvre, que en holandés fue alterado a genever y luego al inglés gin.
Los responsables de hacer conocido su sabor fueron los soldados que volvían a Gran Bretaña luego de batallas en el continente europeo. Y ganó popularidad con un decreto de la Reina Anna (1702-1714), que aumentó los impuestos a las bebidas alcohólicas importadas y redujo los impuestos a los productores locales. Esto potenció su producción local en la isla, permitiendo que la bebida gane su definitiva popularidad.