“Difícilmente este año las clases en la Universidad vuelvan a ser como eran antes de la pandemia”
El vicerrector Daniel Antenucci estima que una cierta normalidad recién podría alcanzarse en la Unmdp a esta misma altura del año que viene,
“Ante el COVID-19, mientras no exista una vacuna, o un tratamiento de cura efectivo, y seguridad respecto de la no circulación del virus las clases no podrán ser como eran antes de la pandemia”.
Así lo estimó, al ser consultado por LA CAPITAL, el vicerrector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, doctor Daniel Antenucci, quien agregó: ““Si las cosas van mejorando podría pensarse, por ejemplo, en la toma de exámenes de manera individual, con profesor y alumno en el mismo lugar, tomando todas las precauciones, pero volver a las clases presenciales y con mucha gente, como se da con casi todas las carreras en la mayoría de los primeros años, por ahora y posiblemente durante todo este año es casi un imposible”.
De todas maneras, la universidad nacional no está detenida. “Nos hemos adaptado rápidamente –describió Antenucci—a un trabajo telemático. Es enorme la cantidad de materias que se dan virtualmente, además de desarrollarse los trabajos de investigación. Se sigue trabajandoy mucho más. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos con clases a distancia, videconferencias , reuniones virtuales…”.
-En las últimas semanas, Mar del Plata comenzó a mostrar que es posible una paulatina normalización de muchas actividades, considerando la no muy relevante circulación del virus. ¿Una misma tendencia podría darse en la Universidad?
-Las universidades nacionales son autárticas, y si bien el gobierno de la Universidad tiene cierta autonomía, es dudosa la posibilidad de actuar libremente. En este sentido, el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) ha cursado un pedido para que en aquellas zonas donde no hay circulación de corona virus se pueda volver al trabajo en la parte administrativa y en los grupos de investigación, pero no con las clases”.
Daniel Antenucci, vicerrector de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Acciones solidarias
“En la Universidad de Mar del Plata los grupos que siguen en plena actividad, aún más intensa que antes, son aquellos más vinculados a la asistencia solidaria. Por ejemplo, en las ingenierías se reparan respiradores y se confeccionan máscaras para el personal sanitario, sea de los hospitales y de clínicas o de tareas de mayor riesgo. En tanto, la Fundación de la Universidad está distribuyendo alimentos en los barrios más vulnerables, la Comisión de Género trata las de denuncia de violencia de género, y está en marcha el dispositivo de acompañamiento psicológico a distintos sectores de la población”.
Respecto de los exámenes y de los casos de estudiantes avanzados a punto de diplomarse, Antenucci señaló que las medidas que se tomen en estos casos dependen de cada facultad, asumiendo su autonomía. “A nivel del rectorado hemos sacado algunas ordenanzas respecto de cómo proceder con los exámenes. Por caso, hay herramientas informáticas que inmovilizan la computadora y uno tiene que hacer el examen dentro de una página especial y si sale de ella, el sistema se bloquea. En la Universdad las actividades virtulaes ya existían antes de la pandemia. Tampoco es nuevo que existan jurados para tomar tesis a distancia a través de Skape o plataformas de videoconferencias. Pero no todo es homogéneo porque no todos aceptan las nuevas modalidades, y me refiero a los docentes y también a los reclamos de los gremios”.
Virtualidad y presencia, conjugados
Para este futuro posterior a la epidemia, aún incierto en cuanto al tiempo, el vicerrector imagina una realidad en la que se conjuguen el avance telemático con los encuentros presenciales que nunca desaparecerán y que seguirán siendo convenientes y aún esenciales en la educación universitaria.
“Existen universidades –dijo—como la de Quilmes con un sistema de educación a distancia de alrededor de 15.000 estudiantes. Nosotros también lo tenemos. La UMED es un sistema que tiene todo a distancia, pero igual necesita reuniones presenciales. Hay materias que no pueden no tener prácticas, caso de las de ingeniería, biología, química. Los laboratorios no son reemplazables. Ahora en estos espacios no pueden dar clases y sus programas se están atrasando”.
“Lo presencial no se puede reemplazar del todo porque los humanos para comunicarnos también necesitamos el lenguaje corporal y el gestual. Hay muchas cosas que se pueden dar a distancia y otras que no”, puntualizó Antenucci, para concluir: “seguramente hacia fin de año vamos a tener una vacuna o a principios del 21 y a esta altura del año que viene posiblemente ya estemos en la normalidad. Un ciclo lectivo no es suficiente tiempo para cambiar toda una dinámica, sí para agregar aspectos que complementan. Hemos crecido un montón en virtualidad y eso ayuda mucho por los problemas de infraestructura que de por sí tiene la universidad. Entonces la virtualidad, las nuevos tecnologías, son un buen complemento pero no va a darse en lo inmediato un nuevo paradigma”.