“Lo frágil de estar vivo”
Facundo Gatti
Buenos Aires
Ediciones Diotima
2024
150 páginas

Un futbolista percibe que se acerca el final de su carrera deportiva. Lo agobia la idea de entrar en una depresión incontrolable. Busca ayuda en personas equivocadas y cada vez le cuesta más tomar decisiones trascendentes. En consonancia, su relación de pareja se desgasta día a día, y aparece una nueva mujer para empezar a resolver (o a complicar) su presente. Narrada en primera persona, la novela “Lo frágil de estar vivo” de Facundo Gatti explora el costado oculto del fútbol, y su protagonista aprovecha este momento de quiebre para revisar el pasado y explorar un futuro oscuro, en el marco de un hecho policial que lo tiene como protagonista involuntario.

Su autor, el periodista y escritor Facundo Gatti, responde las diez preguntas a escritores de LA CAPITAL:

1. ¿Cuándo y cómo empezó tu acercamiento a la escritura?

Mi acercamiento con la lectura y la escritura empezó de muy chico, con los textos de Elsa Bornemann y de María Elena Walsh. Después me enganché con los libros de “Elige tu propia aventura”. Y un poco más grande, arranqué con los clásicos de la “Colección Robin Hood”. Vengo de una familia muy lectora, donde se inculcaba salir a la calle siempre con un libro encima. Con estas y otras lecturas, fui acumulando las ganas de empezar a escribir, que se profundizaron en la secundaria. Posteriormente, estudié periodismo deportivo y ahí tuve que practicar con la redacción de ejercicios periodísticos, biografías, perfiles, etc. Eso me dio un manejo del lenguaje que trato de aplicar permanentemente.

2. ¿A quiénes considerás como tus maestros?

Hay muchos. De nuestro país puedo mencionar a Juan Sasturain, Eduardo Sacheri, Osvaldo Soriano, Silvina Ocampo, Guillermo Martínez, Claudia Piñeiro, Pedro Mairal, Mariana Enríquez y Gabriela Cabezón Cámara. Y no puedo olvidarme de Selva Almada y de Diego Paskzowaki, con quienes me formé y que me enseñaron los secretos del oficio. A nivel internacional, me marcaron Paul Auster, Ian McEwan, Fedor Dostoievski, León Tolstói, Francis Scott Fitzgerald y Oscar Wilde. Además admiro mucho a algunos escritores japoneses, como Haruki Murakami, Banana Yoshimoto e Hiromi Kawakami.

3. ¿Tenés alguna rutina para escribir?

Suelo escribir a la mañana, bien temprano, o la noche si es que llego con energía. Aunque muchas ideas surgen sin buscarlas y esos raptos hay que aprovecharlos. Varias veces encontré creatividad en el subte, en el tren, en algún comercio. Así que siempre salgo a la calle con lápiz y papel, aunque después no los utilice. Conozco escritores que antes de empezar a redactar un libro (principalmente una novela) se arman un esquema de los que van a escribir cada día y lo logran. En mi caso, soy más caótico y escribo las ideas por separado para después unirlas y darles homogeneidad.

4. ¿Cómo presentarías tu libro a alguien que todavía no lo leyó?

Cuenta la historia de un futbolista que está a punto de retirarse y que atraviesa un momento de quiebre de cara al futuro. Siente ansiedad por lo que pueda pasarle una vez que deje de jugar. Esta situación clave es el disparador para que el protagonista empiece a revisar aspectos del pasado y tener un horizonte claro de lo que se le avecina. En la historia aparecen su pareja (con la que está en crisis) y una nueva mujer que le hace pensar si realmente está en el lugar que quiere. Está narrada en primera persona porque eso le da al protagonista una voz propia que en tercera persona no hubiera tenido. En los últimos capítulos, es partícipe involuntario de un hecho policial del que deberá salir rodeándose de gente de dudosa reputación.

5. ¿Cuál fue el origen del libro?

La idea surgió porque permanentemente veía casos de futbolistas que malgastaban su dinero después de haber tenido en sus manos cifras millonarias. O de jugadores que se retiraban y les daba pánico la idea de no saber qué hacer con su futuro a una edad temprana, como los 35/40 años, cuando el resto de los mortales está en una plenitud laboral. Soy periodista deportivo y me tocó relacionarme con jugadores que hicieron inversiones equivocadas, que se relacionaron con gente que los estafó, con representantes que lo que menos hicieron fue ayudarlos. Los futbolistas saben mucho de fútbol pero descuidan el aspecto económico, que es básico precisamente porque su vida útil en la cancha está limitada a su edad y a su buen estado físico.

6. ¿Podrías describir una zona del texto que sea tu favorita?

Me parece que es muy sólido el capítulo en el que el protagonista recién debuta en Primera División y busca a la vedette de moda para tratar de tener una salida con ella. Lo consigue a través de un periodista que cubre la información del club. El futbolista la busca, trata de que todo sea secreto, pero la chica le hace una cama y le avisa a los medios que va a estar con el jugador para que vayan a filmarlos. Después aparece un periodista de espectáculos que intenta negociar para que las imágenes no salgan a la luz. Y otra historia emocional bien fuerte del libro pasa por el vínculo que el protagonista tiene con su hermana, porque de chicos vivieron la muerte de la madre. Ese vínculo se afianzó y ella llega a contarle que le gustan las mujeres, con cierto temor de que a su hermano no le guste esta confesión. También es interesante el personaje de la licenciada Soria, que es una psicóloga que supuestamente trata de ayudar al futbolista, pero que lo que menos hace es guardar el secreto profesional.

7. Si tuvieras que elegir a un personaje literario con el cual te identifiques, ¿a quién elegirías y por qué?

El personaje de Santiago, de “El viejo y el mar”. Hemingway relata magistralmente la lucha de este avejentado pescador por llegar a la costa con un marlín. No es solamente una persona de avanzada edad queriendo pescar: es la lucha de un hombre contra sus fantasmas, asumiendo que se acerca el final de su vida.

8. ¿Por qué escribís?

Escribo porque lo disfruto. Me permite crear una atmósfera paralela, ponerme en la piel del personaje, jugar por un rato con ser otro. De a ratos, mi escritura se torna caótica porque no consigo resolver alguna historia, pero el momento en que encajan todas las piezas, es sublime. Por eso, a veces hay que dejar reposar lo que uno escribe porque con el tiempo toma otra perspectiva. Es un ejercicio solitario que difícilmente sea compensado económicamente. Aún así, genera un placer difícil de describir.

9. ¿Un libro para recomendar?

Es complicado recomendar solamente uno. Pongo en la lista “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, de Haruki Murakami; “Kitchen”, de Banana Yoshimoto; “El libro de las ilusiones”, de Paul Auster; “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez; “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo; y “Rayuela”, de Julio Cortázar.

10. ¿Estás trabajando en algún proyecto de escritura actualmente?

Estoy escribiendo mi segunda novela, también relacionada con el fútbol. Hay temas como apuestas deportivas, presiones hacia un director técnico por poner a tal o cual jugador, y periodistas que acomodan su discurso de acuerdo a su conveniencia. En paralelo, estoy empezando el guión para una serie policial en la que están presentes el fútbol y sus manejos espurios.

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El autor

Facundo Gatti (Buenos Aires, 1981) es periodista y abogado. Trabajó en medios como Radio Nacional, La Red y Agencia Télam, especializándose en el área de deportes. Formó parte de los talleres literarios de Selva Almada y de Diego Paszkowski. “Lo frágil de estar vivo” es su primera novela. Contacto: [email protected] / Instagram: facundo.gatti.92 / Twitter @FacundoGatti13.

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“Lo frágil de estar vivo” se encuentra a la venta en Librerías Cúspide o en Cúspide.com