Uno de los acusados de haber matado a golpes a Leonardo Quiroga (33) en un “point” de drogas del barrio Libertad fue detenido ayer a la noche tras una serie de allanamientos solicitados de urgencia por el fiscal Fernando Berlingeri, mientras que otros dos sospechosos que fueron identificados no fueron encontrados y se encuentran con pedido de captura.

El detenido fue identificado como Lucas Castillo (26), quien quedó imputado como “homicidio en ocasión de robo” y se negó a declarar este martes en Tribunales.

Por otra parte, otros dos jóvenes fueron identificados por haber participado en la mortal golpiza que le propinaron a Quiroga el sábado a la madrugada, sin embargo no fueron encontraron en el operativo y la Justicia ordenó su búsqueda e inmediata detención.

Según informaron fuentes judiciales, el lunes a la tarde el fiscal Berlingeri solicitó a la Justicia de Garantías dos allanamientos de urgencias para hacer durante la noche: uno en la casa de Colombia al 600 donde la víctima habría ido a comprar drogas y otro en Necochea al 9600, donde se hallaron gallos en jaulas para hacer riñas.

En la vivienda de Colombia al 600 la policía detuvo a Castilla y secuestró prendas de vestir, como unas zapatillas, que le habrían robado a la víctima tras atacarla y dejarla tirada en el suelo. También se hallaron elementos que habrían sido utilizados en la agresión, como una pala.

Riñas de gallos en el barrio Libertad

En la otra casa ubicada en Necochea al 9600 -también del barrio Libertad- no se hallaron a los sospechosos, pero la policía descubrió que en un galón había 19 gallos, jaulas y un ring casero para organizar riñas entre los animales.

Ante esta situación, aprehendieron al morador del lugar, un hombre de 30 años con antecedentes por robo, encubrimiento, abuso de armas y lesiones, quien fue imputado por infracción a la ley 14.346, que pena los actos de maltrato y crueldad a los animales.

Golpiza fatal a la salida de un point de drogas

Leonardo Quiroga tenía 33 años y una vida relacionada con el delito, con antecedentes de “tentativa de robo por el uso de arma”, “amenazas calificadas”, “abuso de arma”, “robo calificado” y “lesiones graves”.

Según declararon testigos ante el fiscal Berlingeri, el sábado pasado a la madrugada Quiroga y dos amigos habían ido a comprar drogas a una casa de Colombia al 600 y, al salir, fueron abordados por un grupo de al menos 10 personas, quienes los atacaron para robarles.

Siempre según esta versión, los dos amigos de Quiroga alcanzaron a escapar, mientras que la víctima quedó tendida en el piso sin capacidad de defenderse de la brutal agresión, de la que habría participado el detenido Castillo y otros dos jóvenes que se encuentran identificados y con pedido de captura.

Un llamado al 911 alertó de la situación y una ambulancia del SAME fue hasta el lugar para trasladar a Quiroga hasta el Hospital Interzonal (HIGA). Personal de la comisaría sexta también se acercó y halló a Quiroga en el suelo, con heridas por haber sido salvajemente golpeado y prácticamente desnudo: solo le habían dejado la remera puesta, el resto de las pertenencias se la habían robado.

En el HIGA los médicos detectaron que sufría un cuadro grave de traumatismo de cráneo, por lo que lo enviaron a una sala de cuidados intensivos y le colocaron el sistema de respiración asistida.

A las 10.30 del sábado, el personal del HIGA comunicó a la policía que Quiroga había sido entubado y su pronóstico de salud era reservado. Finalmente, sobre el mediodía del domingo, a las 12.45, se produjo su deceso.

Cuando los médicos forenses le realizaron la autopsia al cadáver de Quiroga, descubrieron que en el cráneo presentaba lesiones compatibles con haber recibido “perdigonadas”. Esto es, esquirlas de balas que le habían disparado antes.

Sin embargo, la causa de su muerte nada tuvo que ver con eso, ya que su propia madre, al ser entrevistada por los pesquisas, dijo que dichas heridas, más bien cicatrices, eran antiguas.