Detenido en su casa por chocar con un auto robado atacó a golpes a su hermana
Robin Williams Fernández Palacios se encontraba bajo arresto domiciliario por un hecho ocurrido en la costa, a la altura del Torreón del Monje, en marzo. Además de lesionar y amenazar a la joven, tenía en su poder marihuana y un cargador de una pistola calibre 9 milímetros.
Un joven de 19 años que estaba detenido bajo arresto domiciliario por causar un grave choque con un automóvil robado, en el que murió uno de sus acompañantes, atacó este miércoles a golpes a su propia hermana y en su poder, además, la policía encontró marihuana y un cargador de una pistola.
El hecho ocurrió este miércoles a la madrugada en una vivienda del barrio San Jorge. Cerca de la 1, y por motivos que son materia de investigación, Robin Williams Fernández Palacios agredió a la víctima y la amenazó de muerte en una vivienda de José Deyacobbi al 1700.
En esa propiedad, conforme pudo saber LA CAPITAL, el acusado cumplía con un arresto domiciliario en el marco de una causa en la que fue imputado el 14 de marzo último, cuando provocó un choque en la costa, a la altura del Torreón del Monje, mientras conducía un automóvil robado. Como consecuencia de dicha colisión, murió uno de sus cuatro acompañantes, identificado como Luciano Axel Varela (19).
En circunstancias que ahora se investigan, ahora Fernández Palacios golpeó a su hermana mayor, de 22 años, y le provocó una lesión en el pómulo. Producto de ello, momentos después arribó al lugar personal de la comisaría decimosegunda -con jurisdicción en la zona- y requisó el inmueble.
En ese contexto, los investigadores constataron que la víctima se hallaba herida y además, encontraron en poder del acusado un cargador perteneciente a una pistola calibre 9 milímetros y distintos envoltorios que contenían marihuana fraccionada.
Notificado del caso, el fiscal de Flagrancia, Leandro Arévalo, ordenó la detención inmediata del joven y su traslado a la Unidad Penal N° 44 de Batán.
El choque
Luciano Axel Varela murió el 14 de marzo pasado a la madrugada, cuando el automóvil marca Peugeot 208 en el que iba como acompañante chocó contra el paredón costero, a la altura del Torreón del Monje.
El vehículo, que tenía pedido de secuestro activo por haber sido robado el 3 de marzo anterior, era conducido por Fernández Palacios, quien fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde recibió las curaciones necesarias producto de las lesiones que había sufrido en la colisión y quedó aprehendido hasta recibir el alta médica.
Los otros dos jóvenes que iban en el vehículo fueron Claudio Basualdo (19), que también fue internado, y Franco Silva (20), quien salió ileso del impacto.
Luiciano Varela, el joven fallecido.
En un principio había trascendido el rumor que el vehículo circulaba a alta velocidad en sentido Varese-Torreón porque era perseguido por un móvil policial, pero esto fue descartado por el propio secretario de Seguridad, Rodrigo Goncalvez, y también por fuentes de la Jefatura Departamental de Policía.
Los minutos previos al fatal choque fueron reconstruidos por medio de las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM). Todo lo que pudo saberse entonces fue que el Peugeot circulaba por la costa desde la zona de Playa Grande y que bajó en Cabo Corrientes por el Paseo Dávila ya a gran velocidad.
La Fiscalía de Delitos Culposos inició una causa caratulada “Homicidio culposo agravado por conducción temeraria” en la que Fernández Palacios quedó procesado y detenido bajo arresto domiciliario. En tanto, de acuerdo a los datos que trascendieron posteriormente, Varela no tenía antecedentes penales, mientras que Silva había sido imputado antes por el delito de “encubrimiento”.
Por otra parte, tras el operativo que se realizó en las afueras del Torreón del Monje, el fiscal Mariano Moyano pidió el secuestro de los tres teléfonos celulares hallados dentro del vehículo para establecer si los cuatro jóvenes habían tenido vinculación con un asalto bajo la modalidad “entradera” ocurrida en la misma madrugada en el centro de Mar del Plata, cuando una mujer y su madre fueron asaltadas por cuatro ladrones de aspecto juvenil con el rostro cubierto en Diagonal Pueyrredon al 2900.
Pero dentro del automóvil no se encontraron más que dos DNI pertenecientes a dos de los ocupantes del mismo, y ningún elemento que pudiera inferir la comisión de un delito previo, como barretas o armas. De esa forma, la sospecha de que los casos estuvieran relacionados, quedó desechada más tarde.