BALCARCE (Corresponsal).- Con la pintura interior de las paredes, la colocación del piso de parqué y la nueva iluminación en el hall sumado a la incorporación de una vereda nueva se terminó de refaccionar el palacio municipal de Balcarce.

Luego de montar el andamiaje y entelar el frente del edificio, tras 30 años de la última refacción de importancia realizada en el Palacio Municipal, se comenzaba en abril de 2012 con la restauración del edificio.

Así comenzaba la restauración del frente e interior del edificio, contratada por la Dirección de Arquitectura de la Provincia de Buenos Aires. Se anunciaba en ese momento “un trabajo casi artesanal, incluyendo la reposición de los vidrios con sus molduras de plomo y la carpintería, respetando los materiales y el diseño de la construcción original, como así también la recuperación de la terraza y de la cubierta de techo de chapa”.

Se hablaba de un trabajo “artesanal” y realizado por una empresa especial teniendo en cuenta que se trata de una construcción del año 1929 declarada patrimonio histórico para los balcarceños y por eso el cuidado en conservar su estética exterior como interior.

La arquitecta Silvia Sánchez había anunciado que “pelamos a vivo llegando a la pared donde se observan los ladrillos originales, tal cual de época, observando cual es el riesgo o hasta donde está afectada por las fisuras”.

De esta manera, se pretendía ver materializada una obra sobre la cual la gestión del Dr. Echeverría había hecho hincapié pero luego la tardanza en la llegada de los fondos, las readecuaciones de precios y otros vericuetos hicieron que la obra quedara inconclusa.

Posteriormente, llegó el cambio de gobierno en 2015 y la vieja puerta de madera de acceso principal seguía cerrada como un símbolo de lo inconcluso y así contribuyentes y empleados debían utilizar una puerta lateral para el acceso.

Finalmente, este lunes se pudo hacer la reapertura con la incorporación de una muestra que llegó de la mano del Senado bonaerense sobre el cargiocujano René Favaloro.

La belleza del hall se convirtió en una agradable sala de espera que converge un sector de información con un espacio para muestras y exhibiciones que pueden ser apreciadas libremente.