Los restos del policía Diego Rozales (30),  el oficial de la comisaría quinta que murió de un disparo el domingo a la madrugada al ir a verificar una fiesta clandestina, fueron despedidos este lunes a la mañana en un funeral que contó con una guardia de honor de sus compañeros y la presencia del intendente Guillermo Montenegro y el ministro de Seguridad, Sergio Berni.

El velorio se realizó este lunes por la mañana en Funeraria Avenida -Libertad y Jara-, que desde muy temprano contó con una guardia de honor de la Policía Bonaerense y un escuadrón de motociclistas para preparado para acompañar el cortejo fúnebre.

Se vivieron horas emotivas y de mucho dolor. La familia -en especial la hija de 10 años de Rozales- estuvo contenida por los compañeros del policía muerto y, además, se hicieron presentes el jefe de la Departamental, comisario José Segovia, el intendente Guillermo Montenegro y el ministro de Seguridad, Sergio Berni.

Cerca del mediodía, el cajón con los restos de Rozales fue retirado de la funeraria. Un policía interpretó en trompeta un “Taps” solemne, mientras una bandera argentina y la gorra del policía fueron entregadas al ministro Berni, para que finalmente se las diera a la familia de del efectivo.

Si bien Rozales era parte de la comisaría quinta desde la última restructuración planteada por la Jefatura Departamental, su cajón fue transportado por miembros de la Policía Local, fuerza en la que tuvo 5 años y 9 meses de antigüedad.

Finalmente, el cortejo fúnebre fue hacia el cementerio, donde familiares, amigos y compañeros de Rozales darán su último adiós.

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