Luego de que el municipio enviara cientos de intimaciones para que los vecinos reparen sus veredas, los concejales de la UCR pideron que la comuna cumpla con esa misma obligación en sus propios inmuebles y que contemple la situación económica de los frentistas a los que se les viene exigiendo realizar los arreglos dentro de plazos de 10 días.

A través de un proyecto de comunicación redactado por Cristina Coria, el radicalismo compartió la inquietud de la gestión del intendente Carlos Arroyo por el pésimo estado en el que se encuentran muchas de las veredas de Mar del Plata. Además aseguró compartir el criterio definido en las ordenanzas vigentes, que determinan que la responsabilidad de su conservación recae sobre los frentistas.

Pero ante a la ola de quejas surgidas por el tenor de las intimaciones que están siendo remitidas a los contribuyentes, Coria objetó que los arreglos deban ser efectuados en “plazos perentorios”.

Para la concejal, la exigencia de que las obras de se concreten en cuestión de días, tal y como lo viene exigiendo el gobierno de Arroyo, “no se condice con la situación económica de muchos frentistas”, en especial de los propietarios de viviendas unifamiliares.

Por eso solicitó que el Ejecutivo “gradúe el plazo” y tenga en cuenta que muchas de las roturas existentes fueron producto de obras realizadas por el propio municipio o por empresas privadas que no cumplieron con su obligación de realizar una “restauración adecuada”.

Sumado a eso Coria llamó la atención sobre el estado en el que se encuentran las veredas de los inmuebles públicos municipales, entre las cuales además del Palacio Municipal, figuran dependencias administrativas, escuelas o centros de salud.

“En los edificios municipales y en otros que la comuna ocupa como inquilina o comodataria se observan aceras en iguales o peores condiciones de conservación y transitabilidad” que las pertenecientes a domicilios particulares, señaló.

“Por eso le cabe al municipio dar el ejemplo y restaurarlas o reconstruirlas, según el caso, a la mayor brevedad posible”, reclamó.

Asimismo Coria pidió que el municipio reconsidere las pautas establecidas en las ordenanzas 6997 y 12055 del Reglamento General de Construcciones, que definen cuáles son las características que deben tener las veredas.

Según la concejal esas normas deberían ser revisadas para incluir “materiales y tecnologías” no contempladas, cuyo uso podría abaratar los arreglos necesarios.