“¿Quién se anima a bailar zumba?”, dice por micrófono un hombre con una remera que lo identifica como parte de la organización de los Juegos Deportivos Bonaerense, que iniciaron este sábado con un multitudinario recital de Duki, uno de los traperos del momento, y que hasta el 2 de octubre tendrá en la Plazotela Brown un despliegue de actividades recreativas para divertir la espera entre competencia y competencia. A su lado, sobre un escenario montado en el centro de la plaza seca, una profesora enseñaba, al ritmo de ‘Dura’ de Daddy Yankee, una coreografía difícil de civil para muchos pero a penas un calentamiento para las jugadoras de hockey de sub-14  de San Fernando.

“Acabamos de ganar 1-0 contra Quilmes, estamos de festejo”, aseguró la goleadora Micaela, que entre paso y paso, invitaba a participar a su entrenadora, Lorena, que miraba desde afuera el despliegue de las alumnas. “Se portan bien, es la primera vez de todas en los Juegos”, aseguró la docente, esquivando cualquier tipo de invitación de “las chicas”. Cuando LA CAPITAL se acercó a conversar con las bailarinas/futuras “leonas” dos reconocieron que esta era, además, su primera vez en la ciudad. “¡Hermosa!”, dijeron al unísono al ser consultadas por su apreciación de la ciudad.

Las chicas de hockey de San Fernando festejaron el triunfo contra Quilmes al ritmo de Daddy Yankee.

El equipo femenino de básquet de Berazategui decidieron calmar los nervios en la previa del primer partido, que tendría lugar por la tarde, con una caminata mañanera por La Rambla. Entusiasmadas por el calor (la temperatura rozó los 25°), y a pesar de que la gran mayoría ya contaba en su haber con varios torneos en la ciudad (“Fuimos ganadoras, tenemos historia”, aseguró una de las participantes), las cerca de veinte adolescentes se organizaron y posaron para inmortalizar la experiencia en la clásica postal: el lobo. “Este día nos motiva muchísimo”, aseguró otra de las chicas del equipo.

Las chicas de Berazategui se rehúsan a pasar por la ciudad y no tomar la clásica foto con el lobo.

Las altas temperaturas vividas ayer llevaron a que la gran mayoría de las delegaciones que ya habían cumplido con los deberes competitivos se volcaran al disfrute de la arena y el mar. Así, y mezclados con decenas de familias marplatenses que habían decidido trasladar los mates dominicales a la costa, adolescentes y adultos no dudaron en sacarse las zapatillas, levantar los pantalones hasta las rodillas y tocar por primera vez desde el verano, el mar.

Así fue en el caso de parte de la delegación de Ramallo, que con casi 300 representantes participan de múltiples disciplinas entre las que se destacan las de la categoría de Cultura. “Estamos agradecidos por este día”, señaló Carolina, una de las docentes, mientras cebaba el mate y repartía entre sus compañeros que de vez en cuando cerraban los ojos para disfrutar mejor de la sensación de los rayos de sol sobre la piel.

Parte de la delegación de 300 personas que trajo Ramallo.

Es fácil identificar a los participantes de los Juegos Bonaerenses. Orgullosos de representar a sus localidades natales, los jóvenes y adultos no se desprenden de sus camisetas, camperas y mochilas con sus colores y escudos respectivos. Sin embargo, el calor jugó una mala pasada, por lo que hay quienes optaron por cuidar los equipos y usarlos solo el día de la competencia. “Competimos mañana recién”, dice Agostina, de Lobos, y agradece que dos compañeros sí fueron a la playa con las camisetas. No quieren que haya duda de a qué localidad representan.

Con la misma seguridad con la que se puede afirmar que este domingo los celulares de todos los participantes tienen más fotos acumuladas que la semana pasada, se puede lanzar otra certeza: el más fotografiado fue el mar. Niños, niñas, adolescentes y adultos no escondieron su fascinación: las olas fueron la diversión (y el alivio) de un día de soleado y de descanso.