Iban a casarse, o a celebrar el cumpleaños de 15 de la hija o un aniversario importante, sin embargo aseguran que fueron estafados por un hombre a quien contrataron como “organizador de eventos”, a quien le abonaron sumas de entre 80.000 y 130.000 pesos por un servicio que nunca cumplió.

Este viernes, víctimas de ocho casos diferentes fueron hasta la Fiscalía de Delitos Económicos y presentaron sus casos al fiscal Javier Pizzo y, según trascendió, en total habrían unas 50 víctimas más que podrían sumarse en los próximos días.

Las denuncias apuntan contra Marcelo Mareco, un hombre que ofrecía sus servicios como organizador de fiestas y eventos por Facebook. Esos servicios incluían el salón, cubierto, mantelería y catering.

El fiscal Pizzo intenta unificar la información de las denuncias a través del gabinete de delitos económicos de la Dirección Departamental de Investigaciones, para poder tener todos los casos en una misma causa. En este tipo de casos, es un problema para los investigadores que se presenten las denuncias en diferentes momentos y en distintos lugares -como en cada comisaría- por la dilación que se produce en cuanto a las competencias.

Según explicó, las denuncias que se presentaron el viernes son similares: distintos tipos de eventos que iban a desarrollarse en diferentes salones, todos organizados por Marcelo Mareco y que a último momento no se hicieron.

En estas presuntas estafas realizadas mediante negocios, el fiscal Pizzo buscará probar si se trató de un incumplimiento contractual, lo que se debería resolver por vía civil, o si efectivamente se trata de un hecho penal, de un delito. Esto, en las estafas mediante negocios, significa demostrar que al momento en el cual la víctima contrató a la persona, esta ya tenía pensado no cumplir con su parte.

En los próximos días, el fiscal Pizzo analizará la información, la prueba documental -como contratos y recibos-, tomará declaraciones testimoniales. Todavía Mareco, si bien está bajo sospecha, no fue imputado por ningún delito.

Un caso testigo 

En junio de 2019, una pareja contrató a Marcelo Mareco para festejar su casamiento, que sería en febrero de este año. Luego, el 31 de julio firmaron un contrato por un servicio cotizado en 130.000 pesos y entregaron una seña.

Según denunciaron, el 29 de febrero a la tarde se presentaron en el local que Mareco les había ofrecido para celebrar su casamiento y, al llegar, la víctima encontró al DJ, a la repostera con la torta y al florista, quienes estaban en la vereda porque el lugar estaba cerrado.

Esa misma noche, a las 21, las víctimas constataron que el local seguía cerrado, sin nadie en el interior y que las meses aún no estaban preparados, por lo que ante esta situación decidieron alquilar a último momento otro lugar para la fiesta.

Por esta situación, las víctimas aseguraron que perdieron todo el dinero que le habían abonado a Mareco en el pasado y entregaron al fiscal Pizzo los recibos de cada uno de esos pagos.

Las víctimas explicaron que el 28 de febrero fue el último día que se reunieron con el organizador de la fiesta de su casamiento, para ultimar detalles y para entregarle unos 5000 pesos en efectivo para que una banda tocara en vivo.