Distintos vecinos de los barrios de Caisamar y Parque Luro denunciaron haber sido víctimas del robo de los medidores de gas de sus casas.

Lo hicieron a través de sendas presentaciones en la comisaría séptima, que tiene jurisdicción en la zona, por lo que ahora la policía y la Justicia investigan los hechos. Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar distintas fuentes, los robos se registraron en los últimos días en al menos cuatro viviendas de la zona norte de la ciudad.

En la mencionada seccional, se recibieron tres denuncias formales por la sustracción de los medidores y por estas horas los uniformados llevan a cabo relevamientos de prueba y averiguaciones para determinar si se trata de circunstancias aisladas o existen personas que se dedican a cometer este delito específicamente, como había ocurrido hace más de tres años.

Más precisamente, en agosto de 2017 un grupo de vecinos del barrio Caisamar denunció que los caños de las instalaciones de gas de sus casas fueron robados y entonces solicitaron a la empresa Camuzzi que les reinstale el servicio.

En aquella oportunidad, los hechos se registraron en la calle Aguirre y Carballo. Las personas que viven en esas cuadras despertaron un sábado con el servicio del gas cortado. Al verificar sus instalaciones, se dieron cuenta que el caño de cobre que sale del medidor no estaba: alguien había arrancado los caños durante la madrugada.

Según recabó este medio, el principal móvil de este tipo de robos es extraer el cobre con el que están confeccionados los caños para luego venderlos en el mercado negro. Algo similar había ocurrido en julio de este año con los cables de teléfono en la zona sur de la ciudad.