Profesionales de la salud que se desempeñan en la Unidad Gerontológica de la comuna no quieren pasar un invierno sin calefacción. Desde noviembre del año pasado que la distribuidora de gas advirtió que los propietarios del edificio ubicado en la zona del puerto debían adecuar sus instalaciones para volver a contar con el servicio. Recién esta semana personal especializado de la comuna se acercó al lugar y elaboró un plan de trabajo con un plazo de dos meses.

“Los inconvenientes en el lugar comenzaron a principios del año pasado cuando, al igual que muchos edificios de la ciudad, cortaron el gas. Esto no era un problema del municipio, sino de las instalaciones del lugar.  Pero a fin de año, por octubre, noviembre, se regularizó la situación del edificio y todos los propietarios e inquilinos debían hacerse cargo de adecuar las instalaciones de cada planta”, señaló a LA CAPITAL el doctor Gerardo Passera, coordinador responsable de la iniciativa que cuenta con cerca de 500 pacientes mensuales y una planta de personal conformada por cuatro profesionales de la salud.

Con el objetivo de no volver a pasar la temporada de bajas temperaturas con solo dos caloventores y una garrafa -elementos que fueron dispuestos por los propios trabajadores durante el invierno de 2017-, Passera asegura que él mismo comunicó lo dispuesto por la empresa a las autoridades municipales. “Recuerdo lo que me respondió la persona que me atendió ‘no se preocupe, hay tiempo’, bueno el tiempo pasó”, indicó.

Sin embargo no fue hasta este lunes que representantes de la comuna se acercaron al lugar. “Esta mañana recibí a un ingeniero, que ya había venido, y dos gasistas matriculados que plantean que tenemos un plazo, mínimo, de espera de dos o más meses. Por lo que deberemos manejarnos con recursos alternativos este año nuevamente”, señaló.

Lo que más preocupa a los profesionales del lugar, es que mientras no se solucione el problema -ya sea la instalación de un sistema alternativo o la misma instalación de gas de red-, algunas actividades que se desarrollan en el lugar podrán verse restringidas. “Se realizarán solo las actividades físicas porque la gente está en constante movimiento, pero yo no puedo pedirle a la gente, sobre todo octogenarios y nonagenario, que se quiten la ropa en el consultorio porque ya me han referido que tienen frío”, señaló Passera.

La Unidad Gerontológica (UG) comenzó a funcionar en 2016 y tiene como propósito dar respuesta a la demanda del adulto mayor frágil en atención primaria de la salud. Entre los proyectos que se desarrollan en el lugar están la evaluación y rehabilitación neurocognitiva, la promoción de un envejecimiento activo y saludable, la prevención y atención audiológica y de sus consecuencias en la comunicación en pacientes con presbiacusia (Banco de audífonos), y talleres de estimulación de memoria y afecto.