A principios de octubre unos delincuentes robaron en una casa de Tucumán al 3300 y para la víctima la pérdida fue irremplazable: se habían llevado a su mascota, una caniche toy llamada Lola que, gracias a la intervención de la policía pudo recuperar este martes, luego de que unas personas le quisieran “revender” el animal.

Los caniche toy son perros muy solicitados y, en las redes sociales, el precio de los cachorros supera los 10.000 pesos, por lo que se vuelve un “botín” muy atractivo para delincuentes.

El pasado cinco de octubre una mujer fue víctima de un vil robo, personas no identificadas se llevaron a su caniche toy, a Lola, por entre las rejas de su casa de Tucumán al 3300 y huyeron. La víctima optó por no hacer la denuncia penal, pero sí buscó a Lola por las redes sociales y realizó numerosas publicaciones que compartió por diferentes grupos.

El lunes, una mujer llamó a la dueña de Lola y le dijo que había comprado al perro por 3000 pesos, pero que lo había hecho ” de buena fe”. Sin embargo, con el correr de los días que vio las publicaciones en redes sociales y entendió que el caniche que había comprado había sido robado. Por este motivo la mujer ofrecía devolver a Lola a su legítima dueña pero, claro, por los 3000 pesos que le había costado.

Al sospechar de la situación, esta vez la mujer sí fue a denunciar el robo de su perra y la causa recayó en la Fiscalía N° 4, a cargo de Andrea Gómez. Asistida por personal de la comisaría segunda, la mujer concretó un encuentro con la persona que tenía a su mascota para el martes, en la estación de servicios de Colón y Champagnat.

Este martes, personal policial fue hasta la zona y realizó una discreta vigilancia, hasta que observó a un hombre que tenía a un caniche toy en sus brazos. Los efectivos sorprendieron al sospechoso, quien se mostró agresivo y reticente y lo demoraron.

El animal era efectivamente Lola, y si bien se encontraba “desmejorado”, no presentaba problemas de salud y fue entregado a los brazos de su dueña.

Por su parte, el hombre, que prefirió no dar información de cómo había conseguido a la perra, quedó imputado por el delito de “encubrimiento”.