Jorge Esquiave, el hombre de 62 años que el pasado domingo al mediodía mató de al menos tres tiros a su vecino Miguel Ángel Leme (49) en el barrio Las Heras, declaró este miércoles ante el fiscal Leandro Arévalo y dijo que disparó sobe la víctima para defenderse: “Me desmadré”, reconoció.

De acuerdo los datos que pudo averiguar LA CAPITAL en el marco del hermetismo de la causa, Esquiave permanecerá detenido de momento por disposición del investigador, en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán. Sin embargo, no se descarta que en los próximos días pueda ser excarcelado si es que se comprueba que actuó en legítima defensa.

Es que, según su propia versión y la de testigos del hecho, Esquiave se encontraba junto a su hijo y sus dos pequeñas nietas en su casa de Heguilor y Calabria cuando Miele comenzó a agredirlos, también en compañía de su hijo. “Ellos empezaron a pegarle palazos al auto y lo agujerearon. Yo pensé que adentro estaban mis nietas y me desmadré”, señaló el imputado ante el fiscal Arévalo en su declaración.

Luego de finalizada la audiencia, el investigador ordenó que Esquiave -quien se había entregado el martes en Tribunales en compañía de su abogado César Sivo-, volviera a ser trasladado al penal de Batán mientras continúan analizándose las pruebas reunidas en el expediente.

Hasta el momento, la reconstrucción del hecho indica que el crimen de Miele se produjo durante un enfrentamiento vecinal que había comenzado semanas atrás por motivos que no trascendieron. La pelea tuvo su punto de máxima tensión el domingo, cuando los Miele habrían insultado y amenazado al hijo de Esquiave, quien a su vez se hallaba junto a sus pequeñas hijas en la puerta de su casa.

Conforme se supo entonces, los agresores golpearon y apedrearon el automóvil marca Volkswagen Fox del joven y fue entonces cuando su padre salió a la calle y se sumó a la discusión. En determinado momento, Esquiave padre extrajo un arma de fuego y disparó, causándole la muerte al mayor de los Miele e hiriendo al menor, que se encuentra internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y bajo custodia policial, ya que también quedó detenido por orden del fiscal Arévalo en el marco de la causa.

Más tarde, arribó al lugar el personal policial que tomó declaraciones a testigos y secuestró el vehículo mencionado, un cartucho calibre 32 y varias piedras. Tanto el rodado como los demás objetos fueron remitidos a la Policía Científica para sus respectivos peritajes, cuyos resultados deben reincorporarse a la causa.