El título no pasa desapercibido: “Ataque satánico o castigo divino”. Así llamó el dúo marplatense Arnoldo’s Lizards a su flamante disco, que se conoció en la medianoche del viernes último por todas las plataformas musicales. Contiene siete canciones originales, escritas de madrugada y a dúo y ensayadas casi sin recursos técnicos: solo una computadora y un celular permitieron que la magia aflorara.

Podés escuchar el disco acá:

Cantado en inglés por la exquisita voz de la cantante Alvare Goco (22), con instrumentaciones de Jack Dimension (23), quien también se encargó de la producción, el disco nació en plena intimidad de esta pareja (en la vida real) que se unió a partir de la pandemia y del encierro.

En la pequeña habitación de un departamento céntrico, ambos dieron vida a una música que combina el pop, el funk, la estética disco y el rock progresivo, con letras que mezclan altas cuotas de ironía y una denuncia a la hipocresía reinante.

La pobreza de recursos de esos primeros meses cambió un tiempito después, cuando lograron comprarse un micrófono y otras herramientas musicales. No obstante, la singularidad había emanado antes y eso fue lo que tentó al sello estadounidense Melodic Revolucion Records. El disco ya se escucha en el Reino Unido y en Holanda, aseguraron ellos.

“De una habitación del microcentro (local) al mundo”, resumieron Alvare y Jack lo que sucedió con este puñado de canciones, que grabaron bajo un experimento casero: rodearon la habitación de colchones para mejorar la acústica y evitar que el bullicio callejero ensuciara sus acordes. “Hicimos un búnker, fue muy divertido”.

La mezcla del disco recayó en las manos de Andrés Guazzelli, al tiempo que la masterización fue obra del prestigioso estudio Panda. En el disco participan Elías Ciambiotti en guitarra, Ezequiel Volpe el bajo, Randall Lewer en guitarra y en los coros Flor Abril y el mismo Guazzelli. “Más allá de que fue a pulmón y hecho en un contexto de pandemia, el disco es muy profesional”, indicó Dimension.

“El concepto general del disco es que las letras incomoden, la idea es burlarnos, reflexionar sobre cuestiones como la meritocracia, la falta de modestia, el miedo al juicio externo, las letras te interpelan”, explicó la cantante. Y recordó la anécdota que dio vida al título.

Los pastores religiosos pueblan las pantallas de la TV de madrugada, el momento que eligió la pareja para encaminar el trabajo musical. Mientras ensayaban, uno de ellos disparó desde la televisión: “La pandemia fue un ataque satánico, un castigo divino”. Entusiasmados, ellos se miraron y no necesitaron decir mucho más: tenían el título del disco. “Satanic attack or divine punishment” es la traducción al inglés del concepto que, para el dúo, no deja de aludir a un juego.

“Queremos reflexionar acerca de la falta de sazón, la desigualdad, la meritocracia, la religión, la mentira y la falsa modestia. Son temas centrales en nuestras canciones. Nosotros aprendimos a transitar estas cuestiones impuestas por la vida, a través del arte. Es nuestro regalo para quienes puedan y deseen verlo”, indicaron.