Los termómetros se rompen. La temperatura sube a lo máximo. Trepa a 34 grados en un mediodía tórrido antesala de un partido caliente. Del calor de San Juan al frío de Rusia hay un abismo. Pero no solo por la distancia y la sensación térmica. Para Argentina y para Colombia todo es incertidumbre en el camino hacia el Mundial de fútbol 2018.

Los colombianos van llegando desde muy temprano con sus camisetas amarillas. El calor no los afecta tanto. En el avión nos encontramos con el amigo Federico, de Mar del Plata, que le regala a su hijo, para el cumpleaños de 18, el viaje y la entrada para ver a Messi. Juan Pablo Varsky nos expresa su preocupación real por el destino de la Selección.

Pedro Sarmiento, ex jugador de la selección Colombia, y destacado comentarista de la Cadena Caracol nos expresa sus quejas porque “con el profesor Pekerman nunca se sabe el equipo hasta último momento”, en diálogo con María Delia Sebastiani y Braulio García Camarena para LU6 Radio Atlántica. Y traza un cuadro táctico impecable de cómo puede ser el partido, con tres volantes “mixtos” de Colombia para tratar de contener a Argentina. Pero cuando se eche a rodar la pelota todo eso servirá relativamente. Será dinámica de lo impensado, y lo que quieran y puedan dar los futbolistas.

La temperatura sube. También la presión. El árbitro Roddy Zambrano se disculpa amablemente ante nosotros y nos dice que no puede hacer declaraciones previas por disposición de la FIFA. Será o no así. Siempre viene bien, acaso, tener a mano ese tipo de respuesta. El ecuatoriano sabe que va a dirigir un partido caliente. Está reunido con sus colaboradores, y también con los veedores. Al lado la piscina del hotel, tentadora. Tarde o temprano esa reunión terminará. No tendrán mucho que deliberar para un partido que todavía no se jugó. Y podrán darse ese chapuzón al que tantas ganas le tienen.

Mientras tanto, el diario El Zonda nos dice que el poder adquisitivo de los trabajadores cayó hasta un 7,6% en 9 meses. Me parece que se queda corto. En cualquier caso, también se avizora un verano caliente como esta jornada bochornosa en San Juan. Algunos medios, no todos, solo una minoría, recuerdan el debate de hace un año, cuando Daniel Scioli le hizo a Mauricio Macri las preguntas que nadie le hizo. Y las respuestas fueron todo lo contrario a lo que hoy se ve en la cancha. Si esconde Pekerman, imagínense los que están más acostumbrados a vendernos gato por liebre…

El Diario de Cuyo, en tanto, abre en su portada con el partido Argentina – Colombia y la foto de Messi en la llegada al hotel de la concentración. “El duelo en San Juan es bisagra para la Selección”, es el título principal del diario. Obvio que acapara la atención. Los mozos nos piden entradas, que no tenemos claro. El clima es de Mundial, y todos los hoteles están completos, y algunos hinchas y periodistas se alojan en San Luis, como el equipo de la Cadena Federal que encabeza Ezequiel Suárez, con Rubén Bonavita.

También El Diario de Cuyo anuncia en su tapa que la tradicional Travesía Sanmartiniana, el Cruce de los Andes, en 2017 se largará antes, y la celebración central finalizará en Chile, al cumplirse 200 años de la batalla de Chacabuco. Columnas del Ejercito partirán de Mendoza, pasarán por San Juan y terminarán en el acto central en Chacabuco, el 12 de febrero del año que viene.

Aquella travesía de San Martín que se inició en enero de 1817 se recuerda como una de las más heroicas de la historia militar de la humanidad. Con el Libertador enfermo, la batalla en la hacienda de Chacabuco, a 55 kilómetros al norte de Santiago de Chile fue uno de los hitos decisivos para la gesta emancipadora de América. “Una división de 1800 hombres del ejercito de Chile acaba de ser destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejercito de mi mando…Nuestra pérdida no alcanza a 100 hombres”, le escribió San Martín a Juan Martín de Pueyrredón por aquellos días. Ahí sí que no importaban los termómetros ni las presiones. Una epopeya gigante. Otra que llegar a Rusia…