De la plaza a una revolución: crece el furor por el Freestyle
La pasión por las batallas no para de sumar fanáticos de todas las edades en la ciudad. El mes pasado se agotaron las entradas para ver las mejores "batallas". La historia de un movimiento contracultural que atraviesa clases sociales.
Diez de los mejores freestylers del país se presentaron en Mar del Plata el mes pasado. Foto: Manuel Giménez.
“Eso hacían los viejos payadores”, dicen los que tienen más de 40; “es una mezcla de improvisación, ingenio, estilo y flow”, explican con precisión los jóvenes; “es mi forma de vivir la vida”, menciona el marplatense Alejandro Andrés Lococo (27) -más conocido como Papo MC– uno de los mejores freestylers de la Argentina. Lo cierto es que lo que empezó en la mayoría de las plazas como un movimiento contracultural, alternativo, hoy ya genera una revolución que atraviesa generaciones y clases sociales que colma estadios y agota localidades en las salas de todo el país. Un fenómeno “futbolizado”.
El crecimiento del público del Freestyle fue progresivo y sus protagonistas debieron adaptarse a la expansión del fenómeno. De competir para unos pocos a presentarse ante una multitud en escenarios icónicos no es algo sencillo y así lo explica Papo en diálogo con LA CAPITAL: “Es una responsabilidad grande, pero ya estoy acostumbrado. Hoy es normal rapear en estadios llenos y estoy muy feliz por eso y toda la locura que se vive”.
Para el marplatense de 27 años la gran diferencia entre el fútbol y el rap está en el público. Si bien aclara que “la gente lo vive muy intensamente” tal como se lo hacen notar a diario en la calle, “en nuestro deporte el público es una familia entre sí”, afirma.
El Freestyle podría definirse como un deporte mental que mezcla música, improvisación y rima. El modo de competición es muy sencillo: dos o más raperos se enfrentan en una batalla o “riña de gallos” utilizando letras y ritmos improvisados que conjugan historias, vivencias y experiencia. En una palabra: barrio.
“Es lo que respiro cuando me levanto, lo que hago cuando estoy en el escenario, en la ducha o en casa con amigos”, amplia “La bestia del hardcore”, quien en su biografía de Instagram menciona que hace “rimitas” y en esa red social acumula más de 1.300.000 seguidores.
El furor llegó a Mar del Plata el mes pasado en el marco de la cuarta fecha de la Freestyle Master Series Argentina (FMS), la primera liga profesional de Freestyle, que debutó en el país el año pasado e imitando el estilo de competición utilizado en España. El estreno del torneo también fue en esta ciudad, en mayo de 2018, año que tuvo a Wos -hoy retirado de la FMS- como el indiscutible campeón.
El Freestyle podría definirse como un deporte mental que mezcla música, improvisación y rima. Las letras cuentan historias, vivencias y experiencia. En una palabra: barrio.
La sede elegida para albergar una nueva jornada fue Gap Mar del Plata y todas las entradas ya estaban vendidas con varios meses de anticipación. Miles de personas le dieron color y calor a una tarde/noche en la que se vivió rap de primer nivel a metros del mar. Lo mismo había ocurrido en el resto de las ciudades que recibieron la FMS 2019 (Córdoba, Santa Fe y Tucumán) y se espera que la expansión del fenómeno continúe a lo largo y ancho del país hasta fin de año en Mendoza, Rosario, La Plata, Corrientes y Buenos Aires.
El MVP de la cuarta fecha fue Papo, que ya venía de serlo la jornada anterior en Tucumán. El gran nivel demostrado ante Stuart hizo que el jurado lo eligiera como el mejor freestyler nada más y nada menos que en su tierra natal.
“Defender el nombre de la ciudad a donde vaya siempre está bueno y salir victorioso aún más, así que estoy muy contento con mi presente”, le dice a LA CAPITAL.
Frente a un público fiel, diez de los mejores “MCs” -así también se los llama- se enfrentan a cada uno de sus contrincantes a lo largo de la temporada anual, totalizando nueve batallas por cada gallo. El formato de competición se divide en seis rondas que presentan diferentes estímulos creativos para los participantes y que pretenden medir todas sus habilidades.
Los freestylers Papo, Trueno, Replik, Cacha, Mks, Stuart, Klan, Dtoke, Nacho y Sub son de los más aclamados por el público y quienes representan a la liga organizada por la empresa Urban Roosters. Pero además hay raperos que se miden y luchan en un torneo paralelo para ascender a la FMS. Una especie de “B Nacional” del Freestyle.
Quienes asisten a este tipo de espectáculos en su mayoría son jóvenes, aunque de a poco los adultos se suman a la movida. Hacen largas filas, compran entradas “Meet & Greet” que les permite conocer a sus ídolos, tomarse una fotografía e interactuar con todos ellos. En el show casi que pasa lo mismo: los raperos y El Misionero, quien es el maestro de ceremonia de los eventos de la FMS, mantienen un ida y vuelta interesante con el público. Interactúan y lo hacen partícipe del espectáculo, algo poco usual en shows masivos. “La gente nos reconoce en la calle, nos da cariño y piden fotos y saludos para sus seres queridos. Es una linda sensación”, grafica La bestia del hardcore.
– La historia de “Papo”: de rapear en colectivos a ser campeón nacional