De la herencia de una casa a la venta de un bolso: los detalles de los tres fratricidios ocurridos en Mar del Plata
Durante 2024 hubo en la ciudad tres crímenes entre hermanos que sirven como muestras del marcado crecimiento de los casos de violencia intrafamiliar. En todos ellos, los motivos se vinculan a maltratos que alcanzan el extremo.
El fiscal Fernando Berlingeri investiga tres de los cinco fratricidios ocurridos en los últimos dos años en Mar del Plata.
En sus habituales partes de prensa, todas las semanas la Jefatura Departamental informa acerca de hechos de violencia intrafamiliar. Muchas veces, son jóvenes que amenazan y hasta agreden a sus madres. Otras, padres que se trenzan en lucha con sus hijos y los echan de sus viviendas.
Muchas de esas situaciones dejan al descubierto un marcado aumento del maltrato en los hogares y los problemas de convivencia que alcanzan el extremo y llegan, por ejemplo, al punto de que las personas maten a parientes directos. Gente con su misma sangre.
Como muestras directas del repetido fenómeno pueden citarse el filicidio ocurrido en septiembre pasado en el barrio Las Américas y los tres fratricidios en lo que va del año en la ciudad.
Los motivos, en todos ellos, son distintos, aunque de ellos se desprende una existencia previa de un nivel de violencia que, por determinadas razones, fue incrementándose hasta producirse la conclusión fatal.
En los casos del filicidio y de uno de los crímenes entre hermanos, existe relación con la adicción a la droga. En el primero de los hechos, es la víctima, Claudio Meza (36) quien la padecía, y en el otro el victimario, Miguel Ángel Carrara (58).
Por el crimen de Claudio Meza fue detenido su propio padre, Héctor Meza (56). Según las fuentes consultadas por LA CAPITAL, ambos habían mantenido enfrentamientos previos, producto de los padecimientos por el consumo de drogas del más joven de los hombres. Al parecer, las agresiones y las amenazas que la víctima le propinaba al victimario eran constantes, al igual que las peleas y los distanciamientos entre ambos.
En ese contexto, Héctor Meza se habría cansado de la situación y en horas de la madrugada del domingo 29 de septiembre, mientras descansaba en su casa de Magallanes al 10.500, su hijo se apareció y se inició, nuevamente, una pelea.
En ese marco, tomó su escopeta y le disparó a su hijo en la cabeza. La muerte de Claudio Meza fue instantánea, y la detención del filicida se produjo minutos más tarde.
Por el contrario, en el caso del fratricidio del barrio Villa Primera, el adicto a la droga era el autor del ataque, y el móvil se vinculó a la herencia de la casa allí ubicada.
El caso se registró el viernes 13 de septiembre a la madrugada en la vivienda de Juncal 549, que pertenecía a la madre de Miguel Ángel y Juan Carlos Carrara (56), fallecida poco antes. El deceso de la mujer fue una de las claves para que los investigadores orientaran la acusación hacia el mayor de los hermanos, ya que la hipótesis es que el homicidio del menor se produjo en el marco de una disputa en torno a la casa.
El hecho ocurrió el 13 de septiembre pasado en una vivienda de Juncal 549.
Según la reconstrucción del hecho, Miguel Ángel Carrara pretendía vender la propiedad, mientras que Juan Carlos Carrara no estaba de acuerdo, porque si eso ocurría se iba a quedar sin lugar para vivir, ya que su situación era de extrema vulnerabilidad y residía en ella. A esa situación se sumaron los problemas en el consumo de sustancias de ambos, pero sobre todo del ahora detenido, y sus recurrentes agresiones a la víctima (un ataque en plena vía pública grabado por una cámara de seguridad se viralizaría días después del hecho).
En ese contexto, afloraron los maltratos, las discusiones y las peleas al extremo, al punto tal que más de una vez la policía había tenido que ir al lugar, hasta que La víctima fue brutalmente golpeada en la cabeza con un elemento similar a un palo de amasar: el ataque fue tan salvaje que el hombre de 56 años murió en el acto. Su hermano y el hijo (sobrino de la víctima) fueron detenidos, pero sólo Miguel Ángel permanece alojado en la Unidad Penal Nº 44 de Batán. El joven, en tanto, fue liberado horas después al comprobarse que no estaba acreditada su participación en el asesinato.
Los otros dos casos de fratricidio tienen vinculación con un pasado de antecedentes delictivos: en uno de ellos de la víctima, y en el otro del victimario. El primero ocurrió el martes 21 de mayo a la noche en la Villa Mateotti.
Fernando Almonacid murió tras recibir un tiro de parte de su hermano Gustavo, en una casa de Mario Bravo y Talcahuano, en el interior del asentamiento donde vivía.
Si bien fue trasladado de urgencia al Centro de Atención Primaria de Salud N° 2, producto de la herida recibida, falleció poco después. Personal de la comisaría quinta se presentó en el lugar y después de reunir determinadas pruebas y tomar declaraciones a testigos, identificó al autor del hecho.
Por orden de la fiscal María Florencia Salas fue detenido y los efectivos secuestraron un revólver calibre 32 marca Tanque con dos cartuchos intactos, uno percutado y una vaina servida. Ese arma había sido escondida por un amigo de los hermanos, pero el propio fratricida admitió su culpabilidad en el lugar.
Con el paso de los días, se conocería que los Almonacid se pelearon por un bolso que el la víctima quería venderle al victimario, quien se negaba a concretar la operación en los términos planteados. La versión de la pareja de Fernando indica que la madre de ambos intercedió para evitar que el nivel de violencia de la discusión aumentara, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Cabe recordar que el hombre asesinado por su propio hermano tenía frondosos antecedentes penales e incluso en su momento había sido recapturado tras escaparse de la cárcel de Batán, cuando en 2016 cumplía un a condena por un “robo agravado”.
Tras el fraticidio, Gustavo Almonacid quedó detenido y en la actualidad se encuentra bajo arresto domiciliario, ya que sufre una discapacidad motriz por la que debe desplazarse en una silla de ruedas.
El último de los crímenes entre hermanos se registró el jueves 21 de noviembre pasado en el barrio Bernardino Rivadavia, cuando Rafael Fabián Demetrio (47) mató a puñaladas a Marcelo Demetrio (50). Si bien se desconocen los motivos puntuales de la pelea ocurrida esa noche en la casa de Almafuerte y Jara, se supo que ambos integrantes de la comunidad zíngara tenían conflictos sucesivos.
Rafael Demetrio fue detenido en el lugar.
Por los testimonios de los vecinos, el fiscal Fernando Berlingeri (quien también investiga el caso de los hermanos Carrara) estableció que el menor de los Demetrio solía maltratar al mayor. Además, se trataba de un hombre declarado cinco veces “reincidente” por la Justicia, como autor de delitos de robo y violencia generalizada.
En 2023
Vale recordar que en 2023 ya se habían producido dos fratricidios en Mar del Plata. Uno fue el de Claudio Delgado (39), a manos de Alejandro Delgado (33), ocurrido en febrero en el Puerto, y el otro el de Joaquín Toledo (18), por el que se encuentra detenido Facundo Toledo (21).
El primero de los casos fue investigado por la fiscal Romina Díaz (quien también tiene a cargo la causa del filicidio mencionado antes), y ocurrió el 8 de febrero de 2023 cuando víctima y victimario tiraban de un carro en Edison y Hernandarias y se enfrentaron verbal y físicamente por motivos que se desconocen. En verdad, ambos se habían detenido en dicha intersección a ingerir bebidas alcohólicas y fue entonces cuando se produjo el desenlace.
Algunos testigos aseguran que el más joven comenzó a increpar a su hermano hasta que extrajo un cuchillo y le asestó una puñalada en el cuello. En la misma acción habría dado otros puntazos.
Tras el ataque Claudio Delgado (39) quedó tendido en el cordón de la vereda y al tiempo que otras personas pedían ayuda y llamaban al servicio de emergencias. Personal de la comisaría tercera, con jurisdicción en el lugar de los hechos, acudió minutos después y los testigos señalaron la dirección en la que se había ido al atacante. No podía estar muy lejos ya que llevaba de tiro el carro de cartoneo. A 200 metros de allí el homicida, identificado como Alejandro Delgado (33), fue detenido.
El crimen de Joaquín Toledo, en tanto, se registró el 2 de noviembre de 2023, cuando su hermano Facundo lo apuñaló en el barrio Alfar. La víctima sufría esquizofrenia y se encontraba en su vivienda de Racedo al 4600 cuando se produjo el caso, en circunstancias que luego investigó también el fiscal Berlingeri.
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