Por Fernando del Rio

Brian Alejandro Velázquez es el nombre que dio el joven de 20 años protagonista de una de las secuencias más asombrosas de los últimos tiempos. Manejar en contramano por la avenida 9 de Julio de Buenos Aires y embestir a otros vehículos y canteros no es algo de lo que muchos puedan jactarse o avergonzarse. Tal vez haya sido por eso que dio una identidad falsa y no la verdadera, aunque lo cierto es que Santiago Barrios tenía otro motivo para ocultarse: lo buscaba la Justicia de Mar del Plata.

Barrios está detenido ahora en la comisaría 1 B de CABA a la espera de ser trasladado nuevamente a Batán, cárcel de la que se escapó en septiembre del año pasado mientras cumplía una condena por un resonante hecho policial del año 2015       .

Ebrio y a bordo de un Citröen C4, el martes a la mañana Barrios se escapó de un control de tránsito en plena 9 de Julio luego de que dos agentes le intentaran pedir explicaciones de su temeraria forma de manejar. Al huir embistió una motocicleta y luego accedió al carril central de la avenida y condujo varios metros así. Colisionó a una camioneta EcoSport y finalmente culminó su recorrido al chocar contra un cantero tras subirse a la vereda.

Personal policial de la comisaria 1B logró detener al conductor, quien se mostraba alterado, sin ropa en su torso y violento. Lo redujeron y entonces dijo llamarse Brian Velázquez. Una serie de corroboraciones, horas más tarde, terminaron por confirmar que el joven Velázquez de 20 años era en realidad Santiago Barrios, de 23 años.

Los primeros medios que cubrieron el insólito episodio refirieron que se trataba de un hijo descarriado que le había sustraído el vehículo a su padre. Luego se establecería que Barrios escapaba porque tenía cuentas pendientes con la Justicia, más precisamente con el juzgado de ejecución N°1 de Mar del Plata a cargo de Ricardo Perdichizzi.

El día de los hechos

Criado en el barrio Centenario de Mar del Plata, Barrios salió a robar el 31 de julio de 2015 junto a un menor de edad. Portaban una pistola Bersa 380, de alto poder de fuego, y se enfocaron en conseguir un vehículo que les garantizara transporte y un medio de fuga ante cualquier necesidad.

Iriart el día de la detención de Barrios en 2015.

A las 15.20 Barrios y su cómplice sorprendieron a un hombre en Avellaneda 2930. La víctima estaba en su camioneta EcoSport cuando sintió que un arma lo apuntaba y en medio de gritos se bajó. Resignado vio cómo los dos ladrones escapaban a toda velocidad con el vehículo y 800 pesos. De inmediato pidió ayuda y avisó a la policía.

En pocos minutos el personal de la comisaría segunda y del Comando de Patrullas comenzó a buscar la camioneta. También se sumó al operativo el entonces secretario de Seguridad, Rodolfo “Manino” Iriart. En el ínterin, Barrios detuvo la camioneta junto a un Volkswagen Voyage en cuyo interior estaba un hombre y su pequeño hijo de 8 años. Una vez más, apuntó con el arma en la cabeza de su víctima y la despojó de la billetera y un teléfono celular.

Barrios tenía pensado seguir con el raid delictivo pero apenas un par de cuadras lo cruzó la policía. Él y su cómplice decidieron continuar la fuga a pie, primero ingresando en algunas casas de la zona de Vieytes y España, luego corriendo por los techos.

El menor de edad fue atrapado en la avenida Juan José Paso, mientras que a Barrios lo cercaron por la misma calle Vieytes. El arma la había descartado en una alcantarilla.

Ese procedimiento tuvo amplia difusión porque trascendieron videos de la búsqueda con el mismo Iriart trepado a paredones en plena persecución.

La sentencia

El menor fue puesto a disposición del fuero de responsabilidad penal juvenil, pero a Barrios le esperaría otro destino por una cuestión de calendario: 4 días antes había pasado a ser mayor de edad. Lo juzgó por esos dos asaltos el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata entre el 13 y 16 de febrero de 2017, y el 22 de ese mes le dictó una sentencia condenatoria a 7 años de prisión por el delito de robo agravado por el uso de arma y por la participación de un menor y otro en grado de tentativa.

En el complejo penitenciario de Batán fue que Barrios cumplió esa condena y resultó beneficiado con el Régimen Abierto el 16 de agosto de 2019 con consentimiento de la Fiscalía interviniente. En esa misma resolución se le denegaron las salidas transitorias y solo se le permitió participar del programa Casas por Cárceles, aunque le duró poco. El 25 de septiembre siguiente se evadió y desde entonces tenía un pedido de captura activo.

Cuando el martes pasado causó conmoción en la avenida 9 de Julio, el prófugo Barrios manejaba con 1.34 de alcohol en sangre un Citröen registrado a nombre de su madre.