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Policiales 22 de octubre de 2017

Encontraron su sangre en la escena de un robo y lo condenaron a prisión

Leonardo Bolleta (23) fue encontrado culpable por el robo de un casa en Nicanor Otamendi y deberá cumplir la pena única de siete años de prisión. Además condenaron a su cómplice, Sergio Almaraz (24) a cinco años y tres meses de prisión.

Gracias al resultado de pruebas de ADN realizadas por personal de Policía Científica de Mar del Plata se pudo esclarecer un robo ocurrido en una vivienda de Nicanor Otamendi y condenar a los delincuentes, que además fueron reconocidos durante el juicio por las víctimas de otro asalto.

El personal de Policía Científica logró cotejar una muestra de sangre recolectada en una vivienda asaltada con los rastros hemáticos encontrados en una campera que tenía el sospechoso al momento de ser detenido y que coincidieron, tratándose sin lugar a dudas de ADN de la misma persona: Leonardo Bolleta (23).

Además, Bolleta llegó a juicio en el el Tribunal Oral en lo Criminal Nº4, a cargo del juez Daniel Peralta, acusado de haber asaltado a mano armada a dos personas en la misma localidad.

El juez Peralta resolvió condenar a Bolleta a siete años de prisión por encontrarlo culpable por los dos robos y, también, condenó a otro joven, identificado como Sergio Almaraz, a cinco años y tres meses de prisión por considerarlo cómplice de uno de los hechos.

Para el juez, la fiscal Ana Caro demostró que el 25 de diciembre de 2012, entre la medianoche y las 2 de la madrugada, Bolleta y Almaraz rompieron la ventana de una casa de Nicanor Otamendi e ingresaron al lugar y luego de revsar el interior del mismo, se apoderaron de 35.000 pesos, aproximadamente.

Durante el debate, las víctimas explicaron que esa noche se habían ido del lugar para pasar las fiestas a la casa de un pariente y que, al llegar, notaron que se hallaban cortados los cables que alimentan energía a unos sensores de movimiento. Inmediatamente advirtieron el desorden del lugar y llamaron a la policía para denunciar el robo.

Tanto las víctimas como la policía encontraron rastros de sangre en la ventana rota, el lavatorio del baño y en distintos objetos de la casa.

Una prueba sobre la muestra de sangre luego confirmó que efectivamente se trataba de ADN humano apto para pericias científicas.

El cotejo de ADN posteriormente realizado concluyó que, “con abrumador grado de probabilidad” los perfiles genéticos obtenidos de la sangre levantada en la vivienda asaltada y de la sangre encontrada en una campera secuestrada en la casa del imputado se corresponden en su totalidad con el perfil genético de Leonardo Javier Bolleta.

El siguiente robo, por lo que se condenó a Bolleta y a Almaraz, ocurrió la madrugada del 6 de mayo de 2016 en la plaza Belgrano de Nicanor Otamendi, cuando dos jóvenes fueron abordados por dos delincuentes -Bolleta y Almaraz- y les robaron sus pertenencias.

Según se pudo demostrar en el juicio, Bolleta y Almaraz abordaron a las víctimas con una cuchilla y bajo la amenaza de apuñalarlos les robaron una mochila y prendas de vestir.

Las víctimas declararon que conocían a los ladrones de vista y por sus apodos y apellidos, a quienes identificaron como “El Payo” Bolleta y “El Luli” Almaraz. Según explicaron, Bolleta y Almaraz iban en bicicleta y al cruzarlos frenaron la marcha y, mientras les mostraron una cuchilla dijeron: “Está todo mal por acá, nosotros andamos robando”.

A pesar de que las víctimas habían recibido amenazas previas al juicio, declararon durante el debate y señalaron a Bolleta y Almaraz como los responsables del robo.

Ante estas pruebas, las pericias científicas del robo a la casa y los testimonios de las víctimas en el segundo, el juez Peralta resolvió condenar a Bolleta a siete años de prisión, por ser culpable de los dos hechos y a Almaraz a cinco años y tres meses, por ser coautor del robo a mano armada.