“Darío se merece que lo busquemos hasta el último día de nuestras vidas”
La esposa de Darío Jerez, desaparecido en 2001, criticó el pedido de prescripción de la causa que formuló la defensa de los imputados en su encubrimiento.
Foto: cosecharoja.org
DOLORES (Corresponsal).- La esposa de Rubén Darío Jerez, el hombre desaparecido en Santa Teresita en 2001, difundió una carta pública ante el pedido de prescripción de la causa que investiga a ex funcionarios municipales y responsables de la financiera para la que trabajaba Jerez.
“En estos 15 años y 4 meses no hemos descansado ni un día para saber qué fue lo que hicieron con él y para que los responsables paguen por sus actos”, dijo Viviana Zubiaurre.
“Lo indignante es que exista también un puñadito de personas que no hagan más que dificultar el accionar de la justicia tirando para el lado contrario al de la verdad”, señaló en referencia a que ”los abogados de algunos imputados por el encubrimiento de la desaparición de Darío (Jorge Grande, Cristian Ibarra, Daniel López, Alejandro Muñoz y Carlos Subirol) piden a la justicia que la causa prescriba -o sea, que no se los juzgue porque el paso del tiempo los liberaría de la pena- y eso no nos resulta extraño porque desde que la justicia los acusó no han hecho más que dificultar la obtención de la verdad·”.
Zubiaurre consideró que “una sentencia bochornosa dictada por los jueces Ávalos, Tamagno y Colombo los absolvió de la acusación. No porque fueran inocentes sino porque, a su criterio, no se encontraba probada la desaparición de una persona a la que todavía no encontramos. Dos instancias superiores (Tribunal de Casación y Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires) anularon ese fallo vergonzoso, pero los que siempre traban lograron lo que siempre buscaron: impedir la búsqueda de la verdad y patear para adelante todo para zafar, por prescripción, de una pena.”
Los imputados por encubrimiento fueron juzgados en 2013 por el Tribunal Oral nº 2 de Dolores, pero ese juicio fue anulado y aún se espera la fijación de fecha para realizar uno nuevo.
Zubiaurre dijo en su carta que “no nos sorprende lo que hacen porque es lo que siempre han hecho, llenar de obstáculos un camino ya de por sí dificultoso en el que seguramente pensaron que nos cansaríamos. Grave error. No tenemos ninguna fuerza excepcional, pero Darío se merece que lo busquemos hasta el último día de nuestras vidas, y si no logramos saber que fue lo que hicieron con él, de la vida de los que vendrán”.