En tiempos de aislamiento obligatorio, mantener distancia con los seres queridos es uno de los desafíos más difíciles de soportar. A más de un mes de decretado el confinamiento, y con claros indicios de que la medida se extenderá más allá del 27 de abril, los gestos de cariño no solo hacen más liviana la distancia, sino que se transforman en un combustible imprescindible para afrontar un momento histórico en el que la incertidumbre está a la orden del día.

Es por eso que grata fue la sorpresa de Elvira cuando esta mañana, el día de su 94 cumpleaños, abrió la ventana y ahí  se encontró con lo necesario e irrenunciable: el gesto de amor de sus hijos, nietos y bisnieto. Colgada en la reja de su vivienda sobre la calle Talcahuano, una enorme bandera le recordaba que, pese a las medidas de prevención que los tiene a todos separados, no se encontraba sola en un día tan especial.

“Felices 94 a la reina de la familia. Te amamos, Tata” fue la frase que le sacó una enorme sonrisa. La sorpresa fue organizada por sus hijos (Rosana, Ángeles, Ester y Jorge), nietos (Matías, Karen, Gastón, Jorgelina y Valentino), bisnieto (Bautista) y yernos (Jorge, Mingo, Ayelén y Facundo), que acompañaron el regalo con sus ya cotidianas llamadas telefónicas.

Rosana, una de sus hijas, contó a LA CAPITAL que la idea original fue de los nietos, preocupados por cómo iba a pasar este día tan especial su abuela. “Ella vive sola, y aunque estamos en contacto constante, querían darle una sorpresa”, indicó.

Según explicó, Elvira cumple a rajatabla el confinamiento y por su elección quiso quedarse en su casa. De hecho, Rosana aseguró que ella misma toma todos los recaudos necesarios cuando alguien va a su casa. ” Solo vamos a dejarle las compras, a cambiarle las sábanas y lavarle la ropa. Cuando entra alguien, ella se encierra en una habitación hasta que la persona se va“, dice, y asegura que ahora solo está acompañada por su gato “tití”.

Elvira junto a su bisnieto Bautista.

De todas maneras, este no fue el único cumpleaños en el que Tata fue sorprendida. Hace 4 años atrás, cuando cumplió 90, toda la familia ayudó en la concreción de su sueño más grande: conocer a Carlos Tévez. Fanática de Boca, viajó en 2016 junto a la peña marplatense para estar no sólo en la Bombonera, sino más cerca de su jugador favorito.

Gracias al trabajo minucioso del resto de los hinchas que la acompañaban, Tata pudo no solo ver a su ídolo, sino conversar con él y tomarse una foto, que se viralizó de tal manera que llegó incluso a los medios nacionales.

Elvira junto a su ídolo Carlos Tévez.