por Gerardo Gómez Muñoz

La conferencia de prensa de Guillermo Montenegro para el gusto de algunos llegó demorada. Pero fue justo para golpear con algunas verdades desagradables sectores reacios a reconocer la gravedad de la crisis, a caballo de un cruel dilema inhumano: “Economía o Vida”.

Hoy y para la Historia, los renombrados o poderosos estadistas que alardeaban de su economía capaz de abatir al feroz e invisible enemigo tienen bajo tierra a miles de muertos y al tesoro estatal girando a diestra y siniestra el dinero para recuperar puestos laborales y subsidios para la subsistencia de millones de habitantes. Entre tanto, el virus reaparece y no hay perspectiva de que sea vencido a la brevedad. El intendente, salvando la distancia y siguiendo la línea trazada por el Presidente y el gobernador, puede mostrar resultados que le permiten la disputada “Fase 4” y la adjunta posibilidad de ir paulatinamente recuperando actividades económicas.

Hay muchas, demasiadas, tareas indispensables para encarar la ciclópea necesidad de recuperar la economía, pero le dejaron a Montenegro el resquicio preciso para aventar desconfianzas. La de aquellos que murmuran que la ratificación de la “Fase 4” proviene de la “gratificación política” de quien proviniendo del “macrismo”cumplió con las disposiciones del gobierno superior del Frente de Todos. Sobre todo porque Mar del Plata ha comenzado a transitar una etapa en que la pandemia no cesa de pegar.

Las explicaciones que superan las suspicacias nacen felizmente en estos días. Como acostumbra “La Capital”, adelantó datos -en dos páginas- sobre las gestiones y trabajos iniciales de diversos sectores de la producción, inclusive del área tecnológica. Y ayer un sitio de noticias en gran titular destacaba que cinco nuevas empresas industriales comienzan a instalarse en el Parque Industrial.

El área de la Sanidad también respalda a la justa ratificación, por parte del gobierno provincial, de la fase actual. La capacidad de camas no está en riesgo afirmaba ayer Montenegro y el atemorizante número de decesos está en consonancia con la circulación del virus con una salvedad que subraya una inquietud preanunciada: el factor riesgo de la avanzada edad.

Por ejemplo, ayer mismo se conoció un informe del prestigioso Hospital Privado de Comunidad (HPC) que dice que en la última semana se registraron en seis días, diez fallecimientos, siete de los cuales habían sido de ancianos de más de 80 y 90 años.

Pulti pega a derecha e izquierda

El ex intendente hace tiempo que dejó de atender rivales en el campo, hombre de provincia adentro, sabe manejarse con la ciencia popular. Y estando en el escenario un personal circense -de lo peor que se conoció en la historia marplatense- como el “profesor” Carlos Arroyo optó por “no gastar pólvora en chimangos” como había aprendido de chico en las cercanías de Madariaga.

Ahora los encontró alineados de derecha a izquierda a uno que “nunca hizo siquiera un tejo” y a uno “de la izquierda”, unidos para “boquear” contra quien hizo construir tres impresionantes polideportivos, dejando sin terminar -no alcanzó el presupuesto- otros dos.

Se trata nada menos que de los concejales Guillermo Volponi, del macrismo, y Vito Amalfitano del Frente de Todos, éste muy calificado y con toda razón como periodista y primer candidato en la lista. Es decir dos que no son de la mera charla cafeteril.

La coincidencia bipolar parece haberlo enajenado a Pulti, atacado en su corazón porque las obras vilipendiadas y abandonadas por el “el profesor del 3 por ciento” y por el “turista de Lanús”, fueron cómplices en la decisión de que los polideportivos no concluidos fueran transformados en ruinas y maltratados los otros tres por la incuria y la dejadez.

El ex doble intendente no es que esté en campaña, aunque tampoco esté fuera de ella como puntualiza a sus enemigos sino que la bronca terminante fue con Volponi que fue titular del área de Deportes del ex maestro “cara pintada”, pero más terminante fue con el hombre del campo nacional, talentoso periodista consustanciado con el deporte. Seguro que cuando trajinaba los sectores vecinales tuvo oportunidad de apreciar la riqueza espiritual, social y educativa que significaban esos tres colosos, “llenos de entusiasmos e ilusiones tanto de los niños como de los jóvenes y de sus familia”. Pulti no iba a desperdiciar otro ingrediente para subrayar “la incomprensión de un hombre progresista y representante del sector popular para que se diera la mano, en ocasión del ataque a la obra de los polideportivos para los barrios necesitados, con uno de los abanderados de la derecha marplatense”.

Y la retahila con revancha de Gustavo concluye con el disparo final: la cifra “monstruosa de la deuda de las obras es de once millones de pesos”. Y pensar que Arroyo demolió a Mar del Plata con 450 mil pesos en sus faltriqueras por lo menos un palo más de salarios de sus hijos y de la compañera, los hijos de ésta y sus compañías.
Y el 97 de los marplatenses aseguran ahora con certeza “en noviembre fui yo el que me rescaté”.

Perdedores no resignados

El candidato a presidente del comité provincial de la UCR, Maxi Abad, ratificó que las elecciones internas se realizarán el 11 de octubre. Exactamente en 30 días se llevará a cabo el cierre de listas, previa verificación de las correspondientes exigencias normales, documentos, afiliación y demás.

No obstante ayer la agrupación interna que responde al capitalino Martín Lousteau insiste no en la impugnación que no corre, sino en la oportunidad de la fecha en plena pandemia. En cambio proponen que se traslade al 29 de noviembre.
Ayer se conoció un extenso documentos al respecto donde argumentan que no consideran elogiable y acertado convocar a una campaña electoral en momentos de plena crisis por la pandemia. En esta fracción que propone a Gustavo Posse, Casella y Monzó entre otros, ya se jugó todo lo posible en la conducción bonaerense del radicalismo provincial y allí la posición de Abad venció por 9 votos a 4 de los adversarios.

Un veterano radical explicaba ayer que se debe entender que “la importancia de esta elección que abarca a los comités distritales es mucha porque también se eligen convencionales”.Y cerraba al oído, por barbijo reglamentario, “en ésta se juega la lapicera, porque aquí empiezan a jugarse las candidaturas, tema de los convencionales que se elijan”.