Cuento: Soñé con ella anoche
Por Jorge Luis Manzini
En duermevela, cuando ya empezaba a despuntar el sol, sobre la Santa Rita que bordeaba mi ventana se apoyó un enorme mariposón amarillo. Parecía un limonero, como les decíamos cuando yo era chico.
A mi lado estaba ella dormida. Vestía una túnica blanca transparente, con la cintura ceñida por una faja bordada y ricamente recamada. La faja le tomaba desde debajo de los senos hasta el ombligo, con una forma romboidal. Se prolongaba afinada hacia los pies y le tapaba el sexo. Estaba maquillada a la usanza de los años locos y en la cabeza lucía un tocado. De su frente partían dos antenas como las del limonero.
Suavemente la desperté, y ella empezó a quitarse, primero el tocado, y luego la faja y el vestido hasta quedar totalmente desnuda. El cuerpo, brillante, parecía estar formado por anillos, y dividido en cabeza, tronco y abdomen.
Sus grandes alas escamosas se interponían entre nosotros.
Apoyó una mano sobre mi cara y me empezó a acariciar. Horrorizado comprobé que tenía seis manos, cada una en el extremo de una pata velluda.