Rubén se quedó esperando más de la cuenta frente a la máquina del colectivo porque no le entregó el boleto. Había pagado por primera vez con su tarjeta SUBE y creía que había hecho algo mal. Miró fijo a la máquina y buscó algún cartel que lo desasnara, pero no lo encontró. Entonces el chofer le pidió que hiciera lugar y se ubicara porque el nuevo sistema no entregaba ticket.

El caso de Rubén sirve para mostrar apenas una de las muchas diferencias entre la tarjeta SUBE, que desde el lunes 17 será el único medio de pago en los colectivos locales, y la de aproximación, que cumplió su ciclo.

La convivencia entre los dos sistemas comenzó a principios de 2015. Y si bien el reemplazo total demoró más de lo previsto, las autoridades locales están convencidas de que ya es tiempo de producirlo: el domingo próximo será el último día en que se permitirán las dos tarjetas.

“Si todo sale como lo tenemos proyectado y planificado, no vamos a tener ningún inconveniente”, asegura a LA CAPITAL el director general de Transporte, Claudio Cambareri. “Somos muy optimistas porque el sistema está operativo desde 2015, está en todos los colectivos. El único eslabón que faltaba era que cada usuario tuviera su tarjeta SUBE”, agrega.

Para eso, desde fines de agosto el municipio inició un canje gratuito de tarjetas de aproximación por SUBE. Hasta la semana pasada ya habían hecho ese trámite unos 70 mil usuarios. Y la primera gran duda es qué va a pasar con las cargas que tenían las tarjetas entregadas. “Van a quedar afectadas a una cuenta municipal para que después el Poder Ejecutivo disponga hacia qué volcarla. Puede ser para salud, para educación o para el arreglo de las calles de Mar del Plata. Esa decisión la va a tomar el intendente o el secretario de Gobierno”, asegura Cambareri.

El funcionario está convencido de que no había otra manera de realizar el cambio masivo. “Por eso hemos dado estos casi 45 días: para que la gente pueda agotar el saldo que le quedaba. Hicimos todo para que la gente pueda agotarlo”, insiste.

Puestos de carga

La extensión de los plazos para adoptar la SUBE como único medio de pago también obedeció a la necesidad de incrementar los puestos físicos de carga. “Cuando empezamos con este cambio de tarjetas teníamos 112 puestos operativos de SUBE. Hasta hace 10 días teníamos 187. La idea de la Dirección General de Transporte y la Secretaría de Gobierno era no implementar el sistema en su totalidad hasta que no garantizáramos a todos los usuarios un puesto de recarga cómodo y amigable. Por eso, si bien en un principio dijimos que el 30 de septiembre terminaba la convivencia de los sistemas, lo hemos extendido hasta el 16 de octubre, justamente porque en estos días se van a habilitar una gran cantidad de puestos de carga que van a permitir que la gente tenga muchos más lugares, oportunidades y posibilidades de cargar la tarjeta”, se entusiasma Cambareri.

La intención municipal es duplicar y hasta triplicar los puestos iniciales. “Seguramente va a haber 300 ó 400. Si pudiéramos saturar la ciudad con puestos de recarga, sería ideal. No queremos que cargar una tarjeta SUBE sea un problema, necesitamos que sea un trámite”, diferencia el funcionario.

Las agencias de quinielas de Lotería de la provincia estarán entre los sitios en que se podrá recargar la SUBE. “Ya se puede cargar en 20 quinielas. La idea es que todas las de Lotería, que en total son 98, tengan el sistema. Esto va a ser sumamente importante porque en cada barrio hay una agencia”, comenta Cambareri.

“También hay que recordar que la tarjeta SUBE se puede cargar a través de internet, a través de home banking, o mediante una aplicación de Red Link que tenemos en los teléfonos. También está por salir una aplicación de la red Banelco, y están trabajando fuertemente desde Nación Servicios para que Mercado Pago sea otra opción de pago para la tarjeta”, apunta.

Las cargas a través de internet deben ser validadas a través de terminales automáticas. “Tenemos 30 distribuidas estratégicamente en el partido. La intención es que en la semana, cuando comencemos a instalar todos los puestos de recarga, también activemos distintas terminales”, destaca el director de Transporte, y menciona que habrá una en las distintas sucursales del Banco Nación. El municipio, además, “evalúa la posibilidad de solicitar otras 30”.

Saldos y controles

Una de las ventajas que tiene la SUBE respecto a la tarjeta de aproximación es que un usuario que se quede sin saldo podrá utilizar “entre dos y tres boletos más” hasta que pueda recargarla (cuando hace la carga, el sistema le descuenta automáticamente el precio de esos pasajes).

En cambio, la comuna desaconseja pagar el pasaje de un desconocido. “No lo deberían hacer porque después la persona que pagó baja del colectivo y la que queda arriba no tiene seguro porque no pagó. Además, si sube personal de control, va a pasar un mal momento porque sin la tarjeta no tiene cómo demostrar que le pagaron el boleto”, subraya Cambareri. Y acota: “Hicimos esta campaña para que todos puedan tener su tarjeta SUBE y no deban depender de nadie más”.

La misma tarjeta que se use en Mar del Plata servirá en otros distritos en que se utilice el sistema, como la ciudad de Buenos Aires, pero este verano aún no funcionará en el servicio ferroviario entre Mar del Plata y Plaza Constitución.

La implementación del sistema permitirá a los empresarios acceder a subsidios, pero además facilitará el control estatal: al margen del que pueda llevar adelante la Municipalidad, el Ministerio de Transporte de la Nación podrá supervisar los kilómetros recorridos y, sobre la base de esos datos, determinar los montos de los subsidios.