La protesta de los maleteros de la Terminal de la ciudad transita su cuarto día y no advierte una pronta resolución, según señalaron los trabajadores de carga y descarga que mantienen bloqueado el ingreso y egreso de colectivos.

“La situación sigue exactamente igual. No hemos tenido ningún ofreciendo y no se ha acercado nadie a hablar con nosotros”, señalaron a LA CAPITAL, al tiempo que ratificaron la decisión de continuar con el corte “hasta tanto alguien nos acerque una solución que sea importante para nuestra gente”.

Además de los 28 maleteros que se desempeñan en la estación de ómnibus, se encuentran apostados sobre 9 de julio las familias de los mismos que, en una muestra de acompañamiento, se encuentran en el lugar desde el primer día.

El bloqueo se inició el sábado a la madrugada y trajo complicaciones al arribo y partida de turistas en plena primera quincena de enero y en el marco de una temporada que, según señalan algunos operadores turísticos, registra un intenso movimiento turístico.

El reclamo de los trabajadores no es nuevo. De hecho, lo arrastran hace casi dos años y encuentran en el verano la posibilidad de visibilizar con mayor claridad sus exigencias. El verano pasado, también a mediados de enero, una protesta de similares características a la actual se extendió por una semana y solo llegó a su fin por la intervención del Gobierno provincial, con una audiencia y conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo.

En definitiva, el pedido de los maleteros es revertir su histórica situación dentro del predio ubicado en Luro y San Juan: no están registrados, no dependen de ninguna empresa ni de la concesión de la Terminal, no perciben ningún ingreso fijo sino que viven de la propina, no tienen obra social ni ART, si se lastiman deben atenderse por su cuenta y “están totalmente precarizados”, indicaron.

“Venimos reclamando esta situación desde 2018, y arrancamos 2020 y todavía no tenemos una respuesta. Hicimos una cooperativa para facilitar que nos tomen las empresas o la concesión, pero seguimos sin recibir nada”, señaló uno de los trabajadores a LA CAPITAL.

En tanto, los turistas que arriban o se retiran de la ciudad, deben hacerlo en el marco de un verdadero caos. Arrastran valijas y bolsos por 200, 300 o hasta 500 metros, luego de haber puesto en marcha una búsqueda del colectivo contratado, que debe estacionar en plena calle, con las complicaciones al tránsito urbano que eso implica, en una ciudad que, en verano, puede llegar hasta duplicar su población.

Desde la Terminal aseguraron a LA CAPITAL, que recomiendan a los pasajeros acercarse hasta las boleterías de las empresas y aguardar allí ser escoltados por los trabajadores de la misma que, al estar en contacto permanente con los choferes de los colectivos, saben de antemano en qué calle se encuentra el servicio esperando.