Los últimos tres secretarios de Salud del municipio comparten una receta para controlar la expansión del coronavirus en la ciudad: una cuarentena focalizada basada en los datos epidemiológicos de los diferentes sectores de la ciudad.

La conclusión compartida llega en el marco de una entrevista que LA CAPITAL realizó, de manera individual, con los doctores Alejandro Garis, Alejandro Ferro y Gustavo Blanco, los tres últimos funcionarios que estuvieron a cargo del área de Salud municipal durante las intendencias de Daniel Katz, Gustavo Pulti y Carlos Arroyo, respectivamente.

En pleno brote de contagios, los ex secretarios analiza la situación sanitaria en la ciudad y plantean la importancia de contar con un mapa epidemiológico de la ciudad que sirva como herramienta al momento de tomar decisiones. Cualquier aislamiento futuro, aseguran, ya no deberá ser igual para todos, sino “diseñado con un bisturí”.

Cuarentena focalizada

Con diferencias en distintos puntos del país, el aislamiento social y preventivo lleva más de 120 días. Esta medida implicó un impacto claro en el control de la curva de contagios, pero también tuvo sus consecuencias en la economía y el humor social, que conforme pasan los días evidencia cada vez más la necesidad de explorar nuevas alternativas que no dejen de lado la tan necesaria distancia social.

En este sentido, el ex secretario de Salud de la gestión de Gustavo Pulti y médico consultor en enfermedades infecciosas, Alejandro Ferro, aseguró que la cuarentena, a partir de ahora y hasta que esté la vacuna contra el COVID19, debería ser focalizada.

“La cuarentena tiene que ser medida y dictaminada por datos certeros de afectación viral, focalizados, datos que surjan de una vigilancia epidemiológica. Es decir, debe ser lo más quirúrgicamente diseñada posible; no cortada con una cuchilla, sino diseñada con un bisturí”, indicó.

Esto, aseguró el médico, será útil para evaluar la necesidad o no de “cerrar tal barrio” o “una zona específica de la ciudad”. “Creo que ya la cuarentena ha rendido unos beneficios muy útiles, pero cuando la gente no está dispuesta a cumplirla, ya tenes que pasar a otra cosa”, indicó.

En tanto, el funcionario de Carlos Arroyo, Gustavo Blanco, también planteó la necesidad de elaborar un “mapa epidemiológico” que, a través de un sistema de “semaforización” (verde, amarillo y rojo), refleje el nivel de contagio en los distintos barrios de la ciudad.

“Es importante saber dónde están los focos. Esa información sería muy útil para el intendente para evaluar las ampliaciones de horarios de algunos rubros en esos lugares, por ejemplo. Todos vivimos de nuestro trabajo y volver para atrás la fase nos perjudica también económicamente”, indicó el médico.

El ex secretario de Salud de Daniel Katz, Alejandro Garis, también manifestó una propuesta similar que apunte a los sectores poblacionales con mayores riesgos de contraer Covid-19. En este sentido, apuntó a las personas en “internaciones prolongadas” en establecimientos como clínicas, geriátricos y cárceles. “Un trabajo preventivo ahí es una medida urgente que no debe ser coyuntural, sino sostenida”, indicó el médico.

A su vez, destacó importante detectar quiénes son las personas que tienen patologías y que deberían ser cuidadas “con una mirada personalizada”. “Que no sean las mismas medidas para todo el mundo, sino que sean las medidas apropiadas para quienes están más expuestos o quiénes son más susceptibles a poder enfermarse”, agregó.

Transmisión comunitaria

Los tres exsecretarios también fueron consultados por una de las polémicas del momento: ¿hay o no transmisión comunitaria en la ciudad?

Con la aclaración previa de que su opinión se basa en una foto del momento, Alejandro Garis fue el único en coincidir con el intendente Guillermo Montenegro, quien en la última conferencia de prensa reconoció que en la ciudad hay “circulación viral”, pero no “transmisión comunitaria”. El argumento del jefe comunal se basó en que “más del 95%” de los casos está relacionado a alguno de los tres principales focos de la ciudad: el Hospital Houssay, el geriátrico Namasté y la pesquera clandestina de Alejandro Korn al 3000.

En este sentido Garis aseguró que lo que hay en Mar del Plata es “una situación multifocal y muy numerosa”. “Coincido con el intendente, por lo menos por ahora. Que la ciudad tenga más de 300 casos (activos) en total, es un número que, en relación con el número total de la población, da expectativas de que podamos estar contenidos”, indicó.

Guillermo Montenegro, en la última conferencia.

Ferro, en tanto, no compartió los argumentos del jefe comunal. “Creo que cuando uno está tratando de demostrar que no hay circulación comunitaria y gastando todo ese esfuerzo en eso, no está pensando que lo esperable es otra cosa. Lo esperable es que haya transmisión comunitaria, y yo creo que en este momento la hay. Pero, además, creo que poco importa saberlo, porque sabemos que estamos en una pandemia y eso está viniendo”, señaló.

Y agregó: “Yo no digo que no sea un dato importante, pero no tiene que ser el objetivo actual. Ahora, más que estar buscando el caso índice, hay que moverse para adelante con conductas proactivas. Además de estudiar los contactos, se tiene que, fundamentalmente, hacer muchos más testeos”.

En la misma línea se pronunció Blanco, quien aseguró que es erróneo hablar de transmisión comunitaria en función porcentajes. “Cuando no se encuentran los nexos, así sea el 1%, ya se habla de transmisión comunitaria, el porcentaje no define la transmisión, sino la falta de hallazgo de nexos”, señaló.

Más hisopados

El análisis de los ex secretarios también tuvo como uno de los ejes centrales la cantidad de hisopados que se hacen en el municipio. Tanto para Ferro como para Blanco el número de testeos debe no solo aumentar, sino focalizarse en los establecimientos más sensibles. Garis también lo sostiene, pero advierte una realidad: la escasez de recursos.

“Es fácil hablar desde la tribuna, pero un escenario ideal diría que sí, que más testeos es mejor, pero estamos en una situación real y hay que buscar un equilibrio de los recursos, que podría ser priorizar al personal sanitario y de seguridad y pacientes de clínica, por poner un ejemplo”, indicó el médico, quien de todas maneras destacó que Mar del Plata, a diferencia de otros lugares de la provincia, recibe con rapidez los resultados de los hisopados realizados, lo que favorece a la toma de decisiones.

Alejandro Ferro también puso el foco en la importancia de aumentar los testeos en la ciudad, algo que incluso ha pedido públicamente desde hace dos meses.

“No solamente deberían hacerse más testeos a las personas que presentan mínimos síntomas, sino también en los geriátricos y al personal de salud. Algo que vengo pidiendo desde mayo. Eso es lo que hubiera cambiado la realidad. Probablemente hace dos meses hubiese habido muchos estudios negativos, probablemente casi todos, pero te ibas a enterar inmediatamente cuando apareciera un positivo en el Hospital Houssay o en algún geriátrico y ahí se iban a poder dirigir las acciones de inmediato”, señaló.

En la misma línea se pronunció el doctor Blanco, quien también se mostró muy crítico ante la baja cantidad de testeos que se realizan en el municipio.

“El porcentaje de hisopado que hay es muy pero muy bajo para un partido con más de 800.000 personas, así que ese porcentaje es muy limitado a los casos que se han detectado”, indicó.

— Comunicación, una mesa de especialistas y más testeos