Nahuel Pennisi llega hoy a Mar del Plata para presentar “Feliz” su segundo trabajo discográfico. Además, confió que será un show con sorpresas, invitados en el que no faltarán canciones de su primer disco, ni las canciones “que me acompañan de toda la vida”. La cita es esta noche, a las 22, en el Teatro Provincial.

El artista, que viene cosechando éxitos a nivel nacional e internacional aseguró en una charla con LA CAPITAL que este disco “es muy versátil, con bastantes influencias de todo lo que voy aprendiendo musicalmente, mucho folclore, música popular y las cosas que me gustan a mi, por eso estoy muy contento”.

“Cuando tenés la identidad musical marcada, el género es lo de menos. Lo principal es que uno se sienta bien con lo que hace” definió, en referencia, a la versatilidad y a la posibilidad de que da la música de explorar y “tomar decisiones” que se corran de la frontera de los géneros.

En ese sentido valoró que en el repertorio de este disco “me doy el gusto de rockear, hacer un poco de jazz, hacer un poco de todo, porque creo que la música abarca todo y está bueno poder abrirse a diferentes sonidos”.

Tras resaltar que “mi raíz es la música popular y es lo que me va a que va a acompañar siempre pero, la música ofrece miles de posibilidades entre las que uno tiene que tomar decisiones. En el caso de este disco, fue muy espontáneo, fresco y eso se nota”.

Y agregó: “hay que animarse a hacer cosas nuevas porque hay muy buenas ideas en este nuevo cancionero popular, muchos artistas que también se animan a romper con muchos esquemas y está bueno seguir aportando a la música”.

Junto a su amigo León Cuyé, Pennisi estuvo involucrado en la composición de las canciones. “Es mi hermano de la música, ambos amamos lo que hacemos y, por eso, nos cuesta decir que esto es un laburo, lo queremos tanto que lo hacemos porque no podemos siquiera pensar en no hacerlo o hacer otra cosa y eso se transforma en canciones muy lindas, propias, que están en el disco”.

Las canciones abarcan temas muy variados: “Uno no se puede olvidar la realidad que se está viviendo, más cosas que uno se puede imaginar, historias que me cuentan, el amor, la alegría, la felicidad, la belleza de una mujer, un paisaje, el optimismo, el recurso de las canciones es inagotable porque siempre va a haber de que hablar y melodías nuevas y eso es lo que nos mantiene vivos” aseveró.

Al respecto ejemplificó que Pacto de sal, -una balada, con elementos de country- es “una historia de amor inspirada en la experiencia de unos amigos”; No te debo nada “es un descargo, un desahogo. Hay personas que, quizás, estuvieron al lado de uno en una parte de la vida y las cosas han hecho que ya no estén mas, la relación cumplió un ciclo y yo le digo: no le debo nada, siempre lo voy a llevar en mi corazón. Es una respuesta, pero con la música toma una forma más honesta, genuina de expresarse”.

Proyección y cautela

Para Nahuel, “la música es todo”. Y se explaya: “Es un universo muy grande donde existen muchas cosas para aprender, disfrutar, es lo que nos hacen parte a todos, seamos músicos o no. Es una forma de vida que agradezco y que me resulta imprescindible, no podría estar sin ella”. Y aclara, “es como la vida misma hay, que darlo todo siempre y sin esperar nada. Es mágica y te devuelve muchas cosas lindas”.

Nahuel reconoce que estos últimos años, con el Gardel, la actuación en los Latin Grammys, la exposición, “me ha cambiado el ritmo de vida, la proyección”, pero asegura que “lo tomo con mucha cautela y calma pero haciéndome cargo. Es un desafío muy lindo y creo que es lo que me hace sentir muchas ganas de aprender”.

Feliz fue grabado y mezclado en la ciudad de Los Ángeles, en sesiones de estudio tocadas en vivo junto a músicos de primer nivel internacional, como los guitarristas Dean Parks (Michael Jackson, Stevie Wonder) y Ramón Stagnaro (Enrique Iglesias, Vangelis), el bajista Jimmy Johnson (James Taylor, Roger Waters), el percusionista Alex Acuña (Weather Report, Paco de Lucía), y el baterista Aaron Sterling (John Mayer, Taylor Swift) entre otros.

Además, contó en Somos con la voz de una invitada de lujo como Niña Pastori, que le aporta su sello a los aires flamencos de la canción.