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Cultura 24 de agosto de 2018

“Cuando pase la lluvia”, un relato de amor y tesón femenino ante la adversidad

Judith Mendoza-White narra una historia de intriga, secretos y emociones, que le da una vuelta de tuerca a la novela histórico-romántica.

Judith Mendoza-White, durante una entrevista con EFE. Foto: EFE | Rodrigo García.

por Rodrigo García

Con el Buenos Aires del siglo XIX y el actual como escenarios, la argentina Judith Mendoza-White se adentra en “Cuando pase la lluvia”, su última novela, en la vida de dos mujeres separadas por el tiempo pero unidas por una adversidad que logran vencer para dirigir su destino y encontrar la felicidad.

“Creo que es un libro que puede darnos esperanza y tal vez hacernos ver que el cambio muchas veces depende de nosotros mismos”, cuenta en Buenos Aires a Efe la autora, oriunda de la localidad bonaerense de Bragado pero establecida desde hace casi una década en Sydney, donde vive con su esposo australiano y su hijo de ocho años.

En su nueva incursión literaria desgrana las idas y venidas de Mercedes, una joven de la aristocracia porteña decimonónica que, atada a una sociedad patriarcal, se enamora del novio de su hermana y desencadena un escándalo que deberá enfrentar contra viento y marea.

De forma paralela, el relato se sumerge en la historia de Cecilia, una mujer del Buenos Aires de principios del siglo XXI encadenada a una bulimia de la que no puede escapar, a una relación equivocada y a los conflictivos lazos con su madre y hermana.

Un libro que define, según su autora, “hasta qué punto somos dueños de nuestro destino y nuestras decisiones” y cómo podemos “reescribir nuestra historia y deshacer los errores”.

“Mi novela es esencialmente feminista en el sentido de que las protagonistas sienten que quieren ser ellas mismas, independientes del hombre. Quieren un amor que las complete, pero no que las defina”, afirma Mendoza-White. Mujeres que buscan el “amor real”, ese que les permita ser libres y ellas mismas.

Un diario escrito por Mercedes y descubierto casi dos siglos después por Cecilia se convierte en el eslabón principal entre las dos vidas, que hace que la protagonista contemporánea empiece a rever su propia existencia, superar los errores y descubrir su verdadera identidad.

Y en medio… la lluvia que siempre pasa.

Apasionada por la época colonial argentina, Mendoza-White, que compagina su pasión por la literatura con las clases de inglés que imparte en la Universidad de New South Wales, también dejó parte de sí misma en la novela, escrita entre Argentina y Australia.

“Lo único autobiográfico que tiene este libro, si es que tiene algo, es que yo misma padecí un desorden alimentario durante muchos años y siempre pensé que alguna vez iba a utilizar esa vivencia con algún personaje”, indica.

No obstante, el hecho de haber sufrido ese problema le hizo entender la angustia que significa atravesarlo y lo difícil que se hace salir, pero al mismo tiempo le dio fuerzas para poder escribir sobre ello.

“A veces es necesario mirarnos a nosotros mismos y decir ¿son las circunstancias o soy yo misma a quien me estoy atando?”, explica la autora en la sede de Planeta, editorial que decidió impulsar la novela tras haber sido editada en otros países y llegar a ser finalista del Premio Hispania de Novela.

La también autora de “Un remedio para Benvolio” y “De lutos y adioses” reconoce que quería plasmar en su última obra “secretos, misterio, suspense, amores equivocados, búsquedas, descubrimientos” y sobre todo una exploración de lo que es “el destino y la vida”.

A pesar de estar afincada a miles de kilómetros, el amor por su país y su familia la lleva a viajar dos veces al año a Buenos Aires, epicentro de un país en el que en los últimos años se ha despertado una intensa actividad feminista contra la desigualdad de género, la violencia machista y a favor de la despenalización del aborto.

“Somos mujeres que sabemos que podemos. Nos hemos enterado de que podemos ser lo que queremos, que somos dueñas de nuestras elecciones, y eso nos da fuerza, una fuerza que muchas generaciones no tuvieron”, sentencia, convencida de que en unos años y de forma definitiva, el suyo será un país diferente para la mujer.

EFE.



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