NIZHNY NOVGOROD, Rusia.- Croacia y Dinamarca se encontrarán en octavos de final del Mundial con el recuerdo de la Copa del Mundo de Francia 1998, en la que ambas selecciones alcanzaron sus mejores registros históricos que quieren superar después de dos décadas de intentos.

Aquel campeonato marcó el límite del éxito de ambos conjuntos en el torneo. Croacia, llegó a las semifinales y acabó en la tercera posición. Dinamarca, por su parte, alcanzó los cuartos y fue eliminada por Brasil. Ahora son otras generaciones las que intentan superarles.

El cuadro balcánico, hasta el momento, se ha mostrado como uno de los más fiables del Mundial. Ha ganado todo lo que ha jugado. De repente, en el cuadro “fácil” del torneo, los hombres de Zlatko Dalic se han convertido en un favorito sorpresa. Su buen juego, el buen momento de Luka Modric y de Ivan Rakitic, hacen del cuadro balcánico un equipo a tener en cuenta.

Además, afrontará los octavos de final sin bajas y tras las rotaciones que hizo Dalic contra Islandia, el técnico croata volverá a las alineaciones tipo de los dos primeros partidos.

Age Hareide no tendrá tanta suerte como Dalic y tendrá alguna duda como la de William Kvist, que sufrió una lesión en las costillas en el primer partido de Dinamarca. Sin embargo, recuperará a Yussuf Poulsen, que se perdió el choque ante Francia por acumulación de tarjetas amarillas. El resto de sus jugadores está listo para acabar con Croacia, que en anteriores ocasiones ofreció similares sensaciones y acabó fuera antes de tiempo. Como en la Eurocopa Francia 2016.