La autopsia al cadáver del hombre de 28 años asesinado este sábado en el barrio Bosque Grande determinó que recibió nueve tiros y la herida mortal fue en la cabeza.

Los médicos forenses que examinaron el cuerpo indicaron a la fiscal del caso, María Florencia Salas, que Kevin Mendoza (28) sufrió disparos de dos armas de fuego de calibres distintos. Si bien se sabía que la víctima había sido acribillada, el informe preliminar de la operación adelantó la cantidad y el tipo de lesiones descubiertas.

Vale recordar que Mendoza era un hombre con prontuario y que, de acuerdo a los primeros datos que trascendieron el mismo sábado, el crimen se habría producido en medio de un presunto enfrentamiento entre dos bandas vinculadas al mundo del delito.

Según las fuentes consultadas por LA CAPITAL, el asesinato se registró en horas de la tarde y en el lugar trabajó personal de la comisaría decimosexta y la propia fiscal Salas, quien al identificarla, supo que la víctima tenía antecedentes penales por “lesiones leves agravadas por el vínculo”, “abuso de arma”, “encubrimiento por supresión de numeración de bien registrable”, “amenazas”, “coacción agravada”, “robo calificado” y hasta una detención en el marco de una causa por homicidio.

Aunque no se conocieron mayores detalles, las primeras averiguaciones indican que el ataque se produjo cuando Mendoza llegó a la zona de Rufino Inda y Tripulantes del Fournier. Lo hizo acompañado de otro joven que tras el ataque a tiros se dio a la fuga.

El cadáver quedó tendido en el medio de la calle, a pocos metros de un precario asentamiento que creció a gran velocidad en los últimos años. Los médicos de la Policía Científica visualizaron los nueve orificios de arma de fuego en el cuerpo de la víctima, y ese número de heridas fue compatible con la cantidad de disparos realizados, conforme lo ratificó ahora la autopsia.

Pocas horas después, una vivienda en construcción ubicada frente al lugar en donde se había producido el crimen, fue incendiada en medio de consignas de venganzas contra los supuestos autores del crimen.

Personal del Cuartel de Bomberos Centro llegó pasadas las 20 hasta Rufino Inda y Tripulantes del Fournier para sofocar el incendio de una vivienda en donde, se cree, funcionaba un “point” de drogas y que estaría vinculado directamente al homicidio de Mendoza.

Las tareas de extinción se efectuaron sobre una vivienda construida en chapa y madera, aunque luego hubo otros focos en casillas próximas, agregaron los informantes.