La causa por la muerte del rugbier Genaro Fortunato adquiere cada vez más y nuevas aristas. La última fue promovida por la defensa de la acusada del asesinato, Julieta Silva, que presentó a la Justicia el video en el que se registra cómo ambos jóvenes salían del bar la noche de la tragedia.

El material audiovisual, aportado por el equipo del abogado Alejandro Cazabán, intenta demostrar que Fortunato y Silva no habían mantenido una discusión minutos antes de que la mujer atropellara al rugbier en una de las calles de San Rafael, Mendoza.

El video fue difundido por el medio local Curiosos del Poder y se ve cómo ambos abandonan el boliche “Mona Bar” diez minutos antes de las cinco de la mañana del 9 de septiembre.

Las imágenes muestran el momento en el que Fortunato se choca con una baranda instantes después de abandonar el local y cómo Silva intenta ayudarlo a reponerse. Además, el video sugiere que el rugbier tiene algunas dificultades para poder mantener la estabilidad.
La intención de la defensa de Julieta Silva es que la Justicia pueda cambiar la carátula de la causa a raíz de lo que se registra en el documento. Hasta el momento, la joven de 29 años está acusada por “homicidio agravado por alevosía y por el vínculo de pareja”.
En un primer momento, la abogada anterior de Silva, Florencia Garciarena, había intentado presentar el video como prueba pero su pedido había sido rechazado como prueba. Ahora sí se logró incorporar el material a la instrucción.

Fortunato murió esa madrugada de inicios de septiembre después de ser arrollado por Silva con su auto mientras él se encontraba en el piso. La acusada alegó desde un primer momento no haber visto a su novio tirado en la calle. Sin embargo,  esa teoría fue desestimada en un principio por el juez de garantías Pablo Peñasco, quien ordenó realizar una investigación exhaustiva sobre el caso.
La defensa de Silva intentó en un principio justificar que la joven empresaria no pudo ver a su novio en la calle debido a sus problemas de visión, pero el magistrado consideró que tal teoría “no tiene asidero científico”.

El incidente tuvo un único testigo, un cuidacoches de la zona, que después de ver cómo el auto pasaba por encima del cuerpo de Fortunato, se acercó de inmediato a la ventanilla para increpar a la conductora.