Un robo frustrado o un asesinato a traición. Un solo atacante o dos hombres involucrados. La investigación en torno al crimen del músico Pablo Ojeda (58), quien murió el miércoles a la noche de un disparo en el cuello al bajar de su camioneta en el macro centro, no permite al fiscal Fernando Castro descartar ninguna hipótesis y lo obliga a ordenar una batería de peritajes para recolectar pruebas.

La autopsia confirmó que Ojeda recibió un único disparo mortal de un arma calibre 38, que impactó en la clavícula, que le destrozó el hueso y se alojó en el pulmón. Y si bien solo si disparó un arma, y a menos de un metro de distancia, la sospecha más firme es que habrían participado dos hombres del crimen.

En un principio, la hipótesis más fuerte era la de un crimen en ocasión de robo. Ojeda, un hombre de 1,80 metros, pudo haber forcejeado con el o los delincuentes que lo abordaron al bajar de la camioneta Toyota Hilux y en ese contexto el disparo, el asesinato.

Sin embargo Ojeda recibió un disparo mortal, cayó al piso y en su poder tenía una mochila con sus pertenencias: billetera, celular y otros objetos personal. En la camioneta, de la que acaba de bajar, había dejado elementos de valor relacionados a su trabajo de música. Pero los asesinos no se llevaron nada, no robaron nada.

El forcejeo pudo haber existido y tras el disparo los delincuentes pudieron haber optado por huir rápidamente, sin tiempo a robar nada para no ser descubiertos, también tiene fuerza la hipótesis de un ataque a traición en la que uno o dos hombres interceptaron a Ojeda al bajar de la camioneta y lo ultimaron sin mediar palabra.

Los investigadores no descartan la posibilidad de un ataque a Ojeda justamente porque el robo no se concretó y eso hace que esa hipótesis se “diluya” y la otra cobre fuerzas.

El fiscal Castro ordenó una batería de peritajes para poder arrojar claridad al caso: testimonios de allegados, análisis de cámaras de seguridad -tanto privadas como municipales- y el análisis del teléfono celular de Ojeda, ya que si no se trata de un crimen en ocasión de robo, conocer un móvil relacionado a su vida privada podría ser fundamental para los investigadores.

Por otra parte, fuentes consultadas por LA CAPITAL confirmaron que la camioneta Toyota Hilux que conducía Ojeda pertenecía a una mujer unida a la víctima en una situación sentimental que habría finalizado el año pasado. Esta mujer vino desde Capital Federal este viernes a Mar del Plata y brindó su declaración en la causa, acto seguido reclamó la posesión del vehículo.