La investigación del homicidio de Gabriel Osses (48), el hombre estrangulado en la puerta del colegio Albert Einstein el sábado último, parece haber encontrado su norte y se dirige hacia su esclarecimiento o al menos a la identificación del asesino.

Ante la ausencia del fiscal Alejandro Pellegrinelli, la causa la lleva adelante la flamante fiscal María Constanza Mandagarán, quien prefirió la cautela en esta etapa inicial de la pesquisa. De todos modos LA CAPITAL pudo averiguar de otras fuentes judiciales que se produjeron avances significativos.

El crimen de Osses se registró en la noche del viernes 3 de enero, aunque el hallazgo del cadáver ocurrió en horas de la tarde del día siguiente, cuando otra persona que solía pernoctar en el acceso del colegio por la calle Catamarca lo descubrió.

El cuerpo estaba junto al paredón lindante con una casa y sobre unas mantas. Al menos así fue como lo encontró el personal del Comando de Patrullas y la comisaría segunda que fueron los primeros en acudir tras el llamado al 911. En un principio se desconocía la identidad de Osses porque no tenía DNI consigo, pero un papel con un trámite provisorio dio una primera orientación. Luego se confirmó que se trataba de Osses, un hombre excluido de su hogar familiares días antes y desde entonces sin un domicilio fijo donde pernoctar.

Los peritos de Policía Científica determinaron, en una inspección ocular preliminar, que había una mecánica homicida, con signos de violencia y con un cordón anudado en el cuello de Osses. Con la data de la muerte aproximada y fijada en la noche anterior, se inició un relevamiento de cámaras de seguridad que permitió visualizar una secuencia temeraria: dos hombres habían llegado al lugar y uno solo se había ido. Evidentemente eran Osses y su asesino.

A partir de ese momento la labor encargada a la policía fue la de “peinar” todo el barrio Chauvín en busca de cámaras que les diera la posibilidad de reconstruir la llegada de ambos hombres y la fuga del asesino.

Así, se fueron sumando segundos de video de diferentes ángulos, en varias cuadras y se logró distinguir, con buena calidad, una fisonomía. Vale decir que el barrio Chauvín es un sector más residencial que comercial, por lo que el acceso a cámaras resulta en ocasiones más problemático para los investigadores. También se realizó un pedido al Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) para revisar las cámaras municipales.

El Gabinete de Homicidios de la DDI Mar del Plata tiene el desafío de transformar esas imágenes en una identidad y a partir de allí establecer un paradero.

Respecto al móvil del crimen, tampoco se conoce demasiado, pero esto obedece a las características del mismo antes que a alguna restricción comunicacional. Los propios investigadores tienen escaso contexto debido a que Osses no era un hombre en situación de calle con un largo historial y conflictos, por lo que no se descarta una cuestión del momento.

La autopsia del Cuerpo Médico forense reveló traumatismos faciales y estrangulamiento a lazo, probablemente utilizando el mismo cordón de la capucha del abrigo de Osses. Se ignora si hubo algún escenario de robo o si el ataque surgió de otra disputa.