La policía comenzó a analizar esta semana más de diez teléfonos celulares secuestrados durante los allanamientos realizados en el marco de la causa que investiga el crimen de Tomás Marcos (52), el playero de una estación de servicios asesinado durante un asalto cometido por “motochorros” el martes 2 de abril.

Además, según pudo saber LA CAPITAL tras consultar distintas fuentes del caso, el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local que trabaja bajo las órdenes del fiscal Alejandro Pellegrinelli continúa con los peritajes sobre las cámaras de seguridad. En total, son más de 60, por lo que la diligencia demoraría varios días más.

Por otra parte, trascendió que la próxima semana comenzarán a declarar en Tribunales distintos testigos que figuran en el expediente: parientes y allegados a la víctima, policías que trabajaron en el operativo y personas que viven en la zona del macrocentro de la ciudad donde se produjo el homicidio.

Hasta ahora, por el hecho hay dos aprehendidos. El primero, y principal acusado de disparar el arma con la que Marcos fue asesinado, es Nicolás Pérez, quien tiene 19 años y antecedentes que lo presentan como presunto ladrón de motos. En tanto, como su cómplice fue apuntado un adolescente de 15, que por su edad resulta no punible para la ley penal pero que igualmente permanece aprehendido tras el dictado de una medida de encierro extraordinario de parte de la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Mariana Baqueiro, y la Justicia de Garantías de Menores.

Para identificarlos, los uniformados de la DDI utilizaron como principal prueba la secuencia de imágenes tomadas por las cámaras de seguridad ubicadas en el trayecto que habría hecho la motocicleta de los ladrones desde el lugar del hecho hacia la zona de Santa Celina. En ellas se observa cómo los dos delincuentes matan a Marcos de un balazo en la cabeza, luego roban su motocicleta y escapan del lugar.

La particularidad, expresó el fiscal Pellegrinelli en una conferencia de prensa realizada el jueves pasado, es que uno de los vehículos tiene las luces prendidas y el otro apagadas. Luego, se las ve que llegan hasta el sector del Cementerio Municipal y desde entonces no hay rastros.

Con esos datos, sumados a distintas pistas y testimonios recolectados en el marco de la investigación, el fiscal Pellegrinelli solicitó al Juzgado de Garantías N° 3 que le autorizara una orden para realizar cinco allanamientos en distintos inmuebles del mencionado barrio.

El jueves, luego de obtener los respectivos permisos judiciales, personal de la DDI llevó adelante entonces los distintos operativos. El delincuente mayor de edad, identificado como Nicolás Pérez, fue arrestado en la calle San Juan de Vivoratá al 2063, mientras que el menor quedó aprehendido por la tarde.

En poder de Pérez, quien el viernes se negó a decarar, se encontró un cuadro de motocicleta con pedido de secuestro activo desde hace pocos días y a ese antecedentes se le sumó otra causa que pesaba sobre el mismo acusado, caratulada “encubrimiento”, debido al hallazgo en su poder de una moto robada, durante marzo pasado.

Además, un hermano de Pérez fue detenido en otro de los allanamientos realizados ayer luego de que la policía descubriera en su casa un revólver calibre 22. Por eso, el aprehendido fue imputado por “tenencia ilegal de arma de uso civil” y, al igual que el acusado por el crimen de Pérez, fue conducido a la Alcaidía Penitenciaria N° 44 de Batán.

De todas formas, cabe destacar que el arma de fuego secuestrada no es la que se habría utilizado para matar a Marcos. Según los peritos que realizaron la autopsia al cadáver de la víctima, el disparo que hirió de muerte a la víctima habría sido efectuado desde un revólver calibre 38. Tampoco se encontró en ninguno de los cinco domicilios allanados la moto robada ni la utilizada para cometer el asalto.

Sin embargo, el fiscal Pellegrinelli manifestó en la conferencia de prensa que en los perfiles de Facebook del principal imputado y del menor, recabados durante la investigación y con actividad incluida en las últimas horas, pudieron verse fotografías de una motocicleta con características similares a la que aparece en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad.

En esos mismos operativos se secuestraron también los más de diez teléfonos celulares que ahora están siendo analizados por los investigadores.