Silencios y excusas. Así podría resumirse lo que fue la jornada de este sábado en Tribunales en torno a las declaraciones de los cinco policías acusados por el crimen de Matías Paredes (26) y que seguirán detenidos en la Unidad Penal 44 de Batán mientras avanza la investigación.

Según informaron fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL, Juan Molina, el oficial de la comisaría decimosexta que disparó y mató a Paredes está representado por un abogado particular y se negó a declarar. La misma decisión tomó Emilio Flores, quien presta servicio en la comisaría decimoquinta y es representado por la Defensoría Oficial.

Por su parte, Héctor Murray, integrante de la subcomisaría Camet, y Yancamil Masía, de la comisaría decimocuarta, cuentan con el mismo abogado particular y dieron una versión exculpatoria de los hechos, así como Julio Rufino, integrante de la comisaría decimosexta, que es el único representado por la abogada de la Policía Bonaerense.

Cabe destacar que Molina está imputado por “homicidio doblemente agravado” mientras que el resto como “partícipes necesarios”, ambos delitos contemplan la misma pena de prisión perpetua. Su abogado adelantó que cuando estén en el restos de las pruebas y el resultado de todas las pericias, podría solicitar declarar, ya que todo imputado cuenta con el derecho de hacerlo en cualquier momento del proceso.

Para el fiscal Pellegrinelli existe riesgo procesal si los acusados se encuentran en libertad, por lo que solicitó que continuaran detenidos mientras avanza con la investigación, ya que están imputados de un delito que prevé la pena de prisión perpetua y porque, además, por tratarse de policías podrían tener los recursos y contactos para entorpecer la causa.

El juez de garantías Juan Tapia ordenó la detención de los cinco policías, que deberán ser alojados en la Unidad Penal 44 de Batán, pero con los recaudos en cuanto a la protección de su integridad física o psíquica por tratarse de funcionarios policiales.