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Policiales 21 de septiembre de 2021

Crimen de los hermanos Romero: prisión perpetua para dos de los acusados

Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 le aplicaron la mayor pena posible para Antonio Báez (57) y Leonardo Uriarte (34) por haber asesinado a Luis y Marcelo Romero para robarles un kilo y medio de cocaína en 2017. Ezequiel Sánchez (33) fue considerado partícipe de los hechos y recibió una pena de 30 años.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 condenó a prisión perpetua a dos de los acusados de haber asesinado a los hermanos Luis y Marcelo Romero, mientras que el tercero de los imputados recibió una pena de 30 años por haber sido considerado partícipe necesario.

Los jueces Fabián Riquert, Néstor Conti y Mariana Irianni, en un fallo unánime, condenaron a prisión perpetua a Antonio Báez (57) y a Leonardo Uriarte (34), mientras que Ezequiel Sánchez (33) recibió la pena de 30 años.

En la lectura de la sentencia, realizada en la sala del Tribunal N° 3, estuvieron presentes la fiscal Romina Díaz, la defensora oficial Victoria Sosa y el abogado particular Alejandro Borawski. Por otra parte, los imputados -Báez, Uriarte y Sánchez- siguieron la audiencia en las diferentes unidades penales en las que están detenidos: la Unidad Penal 15, la 7 y la 44 de Batán.

Antes del inicio de la lectura, Báez expresó desde la Unidad Penal 15 su descontento por no poder estar presente en la sala: “Están debatiendo mi vida, no puede ser que me lo digan así por teléfono“.

Luego de una serie de demoras por la conectividad en las diferentes unidades carcelarias, se dio a conocer la sentencia, que fue con voto unánime de los jueces Riquert, Conti e Irianni.

Báez y Uriarte fueron condenados a prisión perpetua por ser coautores de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma, homicidio agravado por alevosía, privación ilegítima de la libertad doblemente agravado y homicidio calificado por alevosía y criminis causa en grado de tentativa; todos en concurso real.

En cambio, Sánchez recibió una pena de 30 años de prisión por ser hallado culpable de haber sido partícipe necesario de los dos asesinatos de los hermanos Romero y coautor de la privación ilegítima de la libertad y y el homicidio en grado de tentativa de Rocío Martínez. Como Sánchez se encuentra detenido ininterrumpidamente desde el 25 de abril de 2017, su pena vencerá el 24 de abril de 2047.

Un “submundo de drogas”

Durante el debate quedó demostrado que tanto víctimas como victimarios se conocían del “submundo” de las drogas, en el que estaban “acostumbrados” a convivir con personas armadas, amenazas de muerte, venganza y robos.

Los hermanos Romero vendían cocaína y eran amigos de Báez y de Uriarte. Incluso la relación era hasta “laboral”, ya que Luis Romero le entregaba cocaína a la pareja de Báez para que ella vendiera y Uriarte es, justamente, el hermano de esa mujer, por lo que tenían frecuencia en el trato entre todos. Incluso, días antes de la matanza, los hermanos Romero fueron al cumpleaños de una de las hijas de la pareja de Báez, donde se encontraron con los hombres que luego los asesinarías.

Los jueces consideraron como agravante ese grado de confianza que tenían Báez y Uriarte con las víctimas e incluso, en la sentencia, destacaron el fin “espurio” de los brutales crímenes: hacerse de más de 1 kilo de cocaína que tenían los hermanos Romero.

El caso

Los jueces destacaron la coherencia y contundencia del relato de Rocío Martínez, principal testigo y víctima sobreviviente de la brutal matanza. “Su testimonio y los los aportes secundarios que pudieron brindar vecinos despejan cualquier duda que en torno a la materialidad que se pueda cernir cuando se los interpreta de manera contextual”, expresaron.

Para la Justicia quedó demostrado que el 9 de marzo de 2017 a los Romero los asesinaron entre Báez, Uriarte y Sánchez para robarles alrededor de un kilo de cocaína que tenían en su poder para vender.

Cerca de las 22.40, Báez, Uriarte y Sánchez fueron hasta la casa de de Luis Romero -en Frenguelli 6080- y lo ejecutaron frente a su pareja, Rocío Martínez. “Pico (Baez) no me mates, soy tu amigo”, llegó a decir Luis antes de que le dispararan. A ella la retuvieron contra su voluntad y le exigieron el dinero para no lastimarla. Pero no tenía la plata, sino que estaba en poder de su cuñado, por lo que el dato cambió los planes de los asesinos.

Junto a Martínez, a la que cargaron en un automóvil marca Ford Escort, se dirigieron a Calabrese 4557, donde mataron a Marcelo Romero de dos tiros y le robaron 1,5 kilogramos de cocaína.

Rocío Martínez fue llevada a una habitación, donde Báez le ofreció estar juntos y que la iba a “mantener como una reina”, pero ante la negativa la llevó al baño, donde intentó besarla y luego le disparó en la cabeza. El proyectil, increíblemente, no penetró más que en el cuero cabelludo.

Los atacantes escaparon y desde la casa lindante, en la que vivía un policía, se hizo el llamado al 911 que permitió descubrir el brutal doble asesinato.