Las defensas de Emanuel Capporella y Norberto Guzmán, en sus alegatos, concluyeron que la muerte de Pablo Ferrari no fue un homicidio intencional y solicitaron a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 la absolución de ambos imputados.

Para el fiscal Alejandro Pelegrinelli había quedado demostrada la materialidad y culpabilidad, por lo que había solicitado 20 años de prisión para Capporella por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y 14 años para Guzmán por “partícipe necesario” en el crimen y “abuso de armas”.

Sin embargo, los abogados defensores entendieron que los hechos ocurrieron de una manera distinta, por lo que para Capporella solicitaron la absolución por el homicidio o, en todo caso, una codena por “exceso en la legítima defensa”.

En cuanto a Guzmán, su abogado defensor Osvaldo Verdi, consideró que no tuvo ninguna participación en la muerte de Ferrari -sea o no intencional-, porque su asistido solo se limitó a trasladar a Capporella hasta la vivienda de la víctima.

De esta manera, Verdi solicitó la absolución de Guzmán por el homicidio de Ferrari y solicitó a los jueces “una pena adecuada” por el delito de abuso de armas.

La hipótesis de la defensa

La defensa de Capporella contó lo sucedido ese 16 de agosto de 2017 en que Ferrari perdió la vida. Si bien no pusieron en dudas que fue Capporella quien baleó a la víctima, sí las circunstancias en que esto sucedió.

Según esta versión de la defensa, Capporella había sido llevado por Guzmán en un Chevrolet Corsa hasta la casa de Ferrari para resolver una pelea que tuvieron por un arreglo que el imputado, como mecánico del barrio, le había hecho a la camioneta de la víctima.

Al llegar al lugar Ferrari se acercó hasta el Corsa y discutió con Capporella, quien se bajó del vehículo.

Acá las versiones varían. Según lo declarado por el propio Capporella al momento de ser detenido, Ferrari caminó unos pasos hasta su camioneta, tomó una especie de palo y lo atacó. Capporella declaró que se defendió como pudo, le quitó esa arma y en ese momento se dio cuenta que era una escopeta recortada. En ese forcejeo se “escapó” un tiró, que impactó en Ferrari y lo mató.

Mientras esto sucedía, según la versión de la defensa, Guzmán bajó del auto, extrajó un revólver calibre 38 y disparó para que las personas que estaban en el lugar -familiares de Ferrari y amigos- no se metieran en la pelea.

El próximo viernes, los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Roberto Falcone darán a conocer la sentencia por la muerte de Ferrari en un conflicto barrial que se originó por un supuesto mal arreglo de su camioneta.