El juez de paz letrado de Balcarce, Ricardo Crotto, se mostró sorprendido por el crecimiento de las causas por violencia de género que se están tramitando en lo que va del 2017.

El magistrado reconoció que en poco más de cuatro meses se recibieron 260 denuncias contra las 319 de 2016. “Es impresionante la cantidad de audiencias que estamos teniendo y la cantidad de medidas cautelares que a diario tenemos que disponer. El número va en crecimiento desde el 2012 a esta parte. En el año 2016 aparecen 319 denuncias y en el año 2017 llevamos 260 audiencias por violencia de género. Es una sobrecarga de trabajo importantísima para el juzgado”, aseguró.

Crotto contó que en los casi cinco meses ya tomaron 137 medidas cautelares como prohibiciones de acercamiento, exclusiones del hogar y otras. “En todas las causas se ordena que intervenga el equipo interdisciplinario, sobre todo, cuando hay chicos. Muchas veces sucede que uno toma la medida cautelar y a los pocos días viene la víctima solicitando que la levantemos porque ´me prometió esto y lo otro´ y estimamos que es el momento de más violencia y presión para ella”, comentó en contacto con Somos Noticias.

En este marco, indicó que los jueces tienen que resolver en 48 horas la situación atento al tenor de las denuncias pero que luego es difícil de monitorear que se cumplan. En estos momentos deberían estar vigilando a 137 agresores que tienen medidas cautelares y sólo de este año. “A diario ustedes informan que violó la orden de restricción de acercamiento y fue detenido. Tenemos como instrumento la denuncia penal porque estamos ante una desobediencia. La Suprema Corte de la Provincia sacó un fallo en estos días, donde obliga a todos los fiscales de flagrancia para que intervengan ante las denuncias de los jueces de familia o de paz en caso de que haya desobediencia a una orden judicial”, argumentó al respecto.

También el magistrado apuntó que recién ahí es detenido porque se realiza una denuncia penal por violar la medida cautelar. “Podemos solicitar que la Policía haga un rondín o se constituya junto a la víctima en determinado momento pero es muy difícil de controlar. En algunos distritos se ha implementado el botón antipánico”, agregó.

Según Crotto, en estos casos debería llegar a una solución de fondo porque se trata de familias “desavenidas”. La misma podría darse por un juicio por alimentos, de cuidado personal o un régimen comunicacional o un divorcio.