Crecen las construcciones de unidades habitacionales con adobe
Un tipo de edificación que viene teniendo un desarrollo sostenido en la periferia de Miramar. Además de tierra cruda, se utilizan botellas, neumáticos y otro tipo de materiales reciclables. Existe una ordenanza municipal desde 2016 que dio marco legal a estos proyectos.
MIRAMAR (Corresponsal).- La urgencia habitacional en Miramar determinó la necesidad de pensar en alternativas para distintas familias, especialmente aquellas que apostaban a una radicación en los barrios Bristol y Copacabana, ubicados en las afueras de la ciudad.
Dentro de ese contexto complejo, un grupo de vecinos compuesto por profesionales, personas dedicadas a diversos oficios relacionados con la construcción y una pequeña comunidad entusiasta dieron origen al Movimiento Natural Minguero, que actualmente desarrolla con éxito unidades habitacionales de adobe y otros materiales reciclables, bajo un claro compromiso con el cuidado del medioambiente.
Hace poco más de 8 años comenzaron algunas “mingas” en la periferia relacionadas íntimamente con la edificación en tierra. En líneas generales, se trata de una tradición andina proveniente del trabajo comunitario en pos de diagramar o refaccionar viviendas particulares o también algún edificio público, siempre buscando un objetivo o beneficio colectivo.
“Arrancamos cinco o seis familias que decidimos radicarnos en Miramar con la necesidad lógica de construir nuestras casas. No nos conocíamos pero empezamos a ver que buscábamos lo mismo y la mejor manera de resolverlo fue juntarnos”, dijo a LA CAPITAL, el arquitecto Diego Vega.
Con el paso del tiempo, la iniciativa fue creciendo y actualmente más de 20 familias componen este organismo. “Cada cual tiene sus costumbres o creencias pero existe un respeto mutuo que es lo principal de todo esto. Las mingas se hacen generalmente todos los sábados y a partir de este trabajo comenzamos a generar comunidad”, agregó.
“Esos primeros pasos dieron lugar luego al planteamiento de otras necesidades como huertas, compras comunitarias y cooperativas, entre ellas, Greda Bio Construcción que se dedica a edificar a aquellos que estén o no dentro del movimiento”, destacó el integrante del movimiento.
Paralelamente, se gestionan proyectos relacionados a la rama textil y otras orientaciones productivas que originan entusiasmo.
“Vimos que teníamos que resolver cuestiones entre nosotros mismos, entonces a uno que es carpintero lo llamas para arreglar una puerta, otro electricista se suma si hay algún inconveniente relacionado con su oficio, si hay quien tiene un vehículo grande ayuda llevando las herramientas y así sucesivamente. La organización comunitaria se dio de manera espontánea”, sostuvo Vera.
-Ordenanza regulatoria
Desde 2016 existe una ordenanza municipal que dio un marco legal a este tipo de construcciones para así salir de la irregularidad. De esta manera, Miramar se transformó en una de las pocas localidades de la provincia que cuenta con legislación.
Dentro de los pormenores, el escrito destaca la aprobación de construcción con tierra cruda y materiales reciclados (botellas y neumáticos, entre otros), así como la excepción de derechos de edificación para el caso de vivienda única. Es importante mencionar que esta tendencia de levantar propiedades con bases sustentables cobró gran trascendencia en la ciudad, encontrándose interesantes propuestas de desarrollo, con logros innovadores de diseño.
Paralelamente, durante algunos encuentros de capacitación se difundieron distintos métodos de revoques gruesos y finos, armado de relleno de quincha, encofrado de paja y techo vivo.