Ante un contexto signado por aumentos e inflación, el sistema de construcción en seco se impone como un paliativo para el encarecimiento de los materiales y mano de obra. El Steel Framing es un sistema constructivo con un entramado de perfiles estructurales de chapa de acero galvanizada cuyo montaje en seco permite la construcción de diferentes estructuras como ser viviendas, entrepisos, cerramientos exteriores y edificios comerciales, entre otros.

“Se trata de un sistema que se adapta a una gran variedad de proyectos y esta generando una gran demanda, ya que ofrece diferentes ventajas que la posicionan como una propuesta que está por encima de la construcción húmeda a la hora de elegir una opción”, comenta Francisco Pedrazzi, presidente de INCOSE, Instituto de la Construcción en Seco.

“Quienes tienen los fondos para comprar todos los materiales pueden obtener importantes ahorros. Ejecutar una vivienda en pocos meses es mucho más conveniente que estirar los plazos”, agrega Pedrazzi. La compra de estos materiales no se ve afectada por la inflación debido a los tiempos más rápidos de construcción, lo que asegura una diferencia de precios considerable. El precio por metro cuadrado de un proyecto en Steel Framing es sensiblemente inferior a los valores de la construcción húmeda.

Otro punto que lo hace más económico es el tiempo de obra. El Steel Framing reduce en un 65% el plazo promedio de obra y también impacta en la reducción de costos indirectos. Por otra parte, emplea menos de personal que la construcción con ladrillos, lo cual se traduce en menos incidencia de costos en mano de obra. Esta mano de obra ejecuta tareas más planificadas, optimizando los tiempos y minimizando errores de ejecución. A su vez, en estas construcciones, no hay tiempos de secado ni cancelaciones por mal clima, agilizando todos los procesos y reduciendo más costos todavía.

“Cabe destacar que, aunque respecto del Steel Framing existen todavía prejuicios propios de la mentalidad argentina en relación al ladrillo y su seguridad, sus estructuras están ejecutadas en acero galvanizado, cuya durabilidad se calcula en 300 años, y todos los productos que conforman el sistema están aprobados y en algunos casos incluso certificados bajo normas de calidad”, agrega Pedrazzi.

A su vez, es un sistema superior por sus beneficios sustentables, los cuales cobran especial relevancia con la crisis energética. Tener una vivienda eficiente es un beneficio no solo para el medio ambiente, sino para quien vive en el edificio. Permite un 60 % de ahorro de energía de calefacción y aire acondicionado. A su vez el acero utilizado es 100% reciclable y se recupera al demoler la obra para reúso o reciclado, su huella de carbono es 47% menor que la construcción húmeda, el consumo de agua en obra es cero y requiere menos fletes por el menor peso de los materiales