MIRAMAR (Corresponsal).- Durante las últimas horas, el Ejecutivo municipal decidió retirar una carpa que había sido instalada meses atrás frente del hospital municipal “Marino Cassano”, para el ingreso de pacientes sospechosos de Covid-19.

Esta estructura que finalmente no cumplió función específica alguna,  estaba prevista para la recepción de aquellos personas que, ante la posibilidad del crecimiento de casos, pudieran desbordar la atención hospitalaria tradicional, algo que llamó la atención debido a que desde el principio se observó que bajo ninguna circunstancia, era un sitio apto para albergar a personas con las bajas temperaturas del invierno y ante la aparición paralela  de otras patologías típicas de esta época del año.

Según explicaron desde el municipio a través de un escueto comunicado, “en razón de la evolución de esta pandemia en la Argentina y su curva de contagios, que fue aplanada y postergada gracias a las medidas que se llevaron adelante de manera efectiva entre el Gobierno Nacional, Provincial y Municipal, se hizo necesario adaptar estas medidas preventivas, que hoy se cumplen normalmente dentro del área correspondiente del hospital municipal”.

Según informó LA CAPITAL, el propio intendente Sebastián Ianantuony durante el desarrollo de la pandemia, “la ciudad de Miramar cuenta con 8 respiradores y se unificó el sistema sanitario”.

El nosocomio “Marino Cassano” fue catalogado como el de “campaña” se diagramó todo lo relacionado a las posibles urgencias y tratamiento de pacientes con Covid-19 e internación, mientras  que el resto de las patologías son derivadas a la Clínica Mitre.

“Ante un probable punto de quiebre que sería el primer caso positivo de covid-19, lo que montaremos es un triage telefónico desde el centro de monitoreo donde la gente llame por cualquier consulta de Covid-19 o contención psicológica. Eso será una especie de embudo y vamos a fortalecer la actividad del hospital o los propios CAPS”, recalcó en su momento el jefe comunal.

Por otra parte, según trascendió estarían montándose lugares de aislamiento – de los cuales aún no se dieron detalles – para aquellos probables casos “positivos leves”.

Falencias de comunicación

La Secretaría de Salud, a diferencia de otras áreas del municipio que se mantienen alerta con la difusión de los distintos procederes respecto a la pandemia, sigue conservando una manera muy limitada y discutible de brindar la información.

Hay casos donde sus funcionarios parecen estar más preocupados por generalizar  y polemizar sobre el accionar de los medios de prensa, que en brindar datos concretos de acuerdo a la trascendencia de su función pública, sobre la realidad sanitaria local que en muchas ocasiones se destacó ante la ausencia de casos positivos de coronavirus.

Durante una conferencia de prensa realizada en marzo y ante la situación de emergencia que veía venirse, las autoridades municipales pidieron colaboración a los periodistas en la difusión de las medidas preventivas e información importante hacia la comunidad.

Pero cayendo en una contradicción, han sido los mismos actores políticos de salud quienes ante ciertos requerimientos periodísticos no muestran compromiso para brindar las respuestas necesarias, algo que desde el interior del mismo municipio también fue reconocido.