La Justicia de Garantías dispuso excarcelar al exjefe del área de Drogas Ilícitas de la policía, Claudio Damián Pontoriero, quien se encontraba detenido desde julio del año pasado en el marco de una causa por corrupción.

La magistrada Lucrecia Bustos ordenó el cese de la prisión preventiva de Pontoriero, quien cumplía arresto domiciliario desde hace varios meses, tras considerar que su libertad ya no provocaría riesgos procesales.

Según el fallo al que accedió LA CAPITAL, que fue el primer medio periodístico en informar acerca del escándalo en la mencionada dependencia de la fuerza provincial, “desaparecieron los impedimentos valorados” por la Justicia el 16 de julio de 2024, cuando ordenó el encarcelamiento de Pontoriero.

Entre ellos, están los de que “el encausado intente incidir sobre eventuales testigos, ya que a la fecha se le recibió declaración testimonial a la totalidad del personal policial que prestaba funciones en la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, y que no existirían otros testimonios a recabar”; “que la instrucción de la causa lleva siete meses y la investigación sólo se ha extendido hacia un periodo anterior” a su gestión; y que “el Ministerio Público Fiscal, con fecha 4 de febrero de 2025, ha formalizado la imputación de ocho personas, no existiendo otras personas a identificar”.

La resolución de Bustos guarda relación con el procesamiento reciente que también dio a conocer este medio hace casi dos semanas del comisario mayor Leandro Piboleau, que había pasado a ser jefe de Drogas Ilícitas en Dolores, a la comisario Carola Reynaldo -quien fuera su segunda en su paso previo por Mar del Plata-, y a los policías Leonardo Mariño, Jonathan Aguirre, Joel Paglione y Carla Navarro, al considerarlos brazos ejecutores de las acciones.

Todos ellos se negaron a declarar días atrás ante el fiscal General adjunto, Marcos Pagella -quien lleva adelante personalmente la investigación-, con excepción de una de las mujeres, que deberá comparecer en Tribunales próximamente.

Comisario mayor Claudio Damián Pontoriero, exjefe de Drogas Ilícitas.

Piboleau había sido reemplazado como titular del área de Drogas Ilícitas de Mar del Plata por el comisario mayor Claudio Pontoriero en mayo de 2024. En julio, dos meses después, el flamante jefe de la dependencia quedó detenido en medio de un allanamiento a la sede policial por el escándalo de corrupción que se destapó a raíz de la investigación en torno a la recaudación por horas Cores (Compensación Recargo de Servicio), donde los jefes de la repartición obligaban a los miembros de distintos grupos operativos a devolver hasta el 60%.

Para tener una noción de los montos que le quitaban a los policías, solo en enero de 2024 la cifra alcanzó los 5 millones de pesos. Esto se relaciona directamente con el robo de dinero en los allanamientos, porque se permitía hacerlo para “compensar” el aporte obligado de las horas Cores.

El caudal de prueba que pudo recolectar el fiscal Pagella junto con el CATI (Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción) dirigido por Javier Pettigiani es inmenso e impacta por la impunidad con la que parecían manejarse. A través de todos esos elementos, se avanzó en la pesquisa y se supo, además, que un grupo de policías comandados por Pontoriero habrían sido los autores del robo de dinero durante un operativo en un departamento céntrico a comienzos de junio de 2024.

Durante ese allanamiento no había orden de detención contra ningún superior, sin embargo en virtud del procedimiento y de haber hallado elementos probatorios, entre ellos 625.000 pesos en una oficina privada sin poder justificar su procedencia, es que el fiscal Pagella ordenó la detención del jefe de Drogas Ilícitas, el comisario mayor Pontoriero, quien fue imputado por el delito de “asociación ilícita”.

Con el paso de los meses, el caso siguió su curso y a principios de febrero, Piboleau y el resto de los supuestos miembros de la “asociación ilícitas” quedaron notificados de sus respectivas imputaciones. A diferencia de lo que había sucedido con Pontoriero en julio de 2024, esta vez no se ordenaron detenciones para ninguno de los seis.

También fueron acusados de falso testimonio 16 policías que durante la investigación de este expediente mintieron de manera coordinada para ocultar lo que sucedía puertas adentro de la sede ubicada en calle Mitre.

Según la presentación judicial “al menos desde los primeros días del año 2024 y hasta el 9 de mayo del mismo año, un grupo determinado de personas, integrado por funcionarios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que prestaban funciones en la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Mar del Plata, se asociaron criminalmente para la comisión de delitos, todo ello con la finalidad de obtener indebido provecho económico, e incumpliendo así los deberes inherentes a su cargo”.

Pero además sostiene que “se ha podido establecer que el Crio. Mayor Piboleau y la Crio. Reynaldo, junto con el resto de los funcionarios policiales enunciados, se apoderaban de dinero de manera ilegítima y de material estupefaciente en ocasión de ejecutar órdenes de allanamiento expedidas por la justicia de garantías y ante el requerimiento del Ministerio Público Fiscal, en procesos vinculados a la ley de estupefacientes.  De  la  misma  manera,  se  ha  probado  preliminarmente    que   “plantaban” sustancias    ilegales    en    los registros domiciliarios que llevaban adelante.

Por otro lado, “los mismos jefes policiales de la dependencia, que tenían a su cargo la asignación de horas por “Compensación por Recargo de Servicio”, conocidas vulgarmente como “horas CORES”, de manera ilegítima obligaban a sus subordinados a reembolsarles o reintegrarles una porción de lo obtenido por cada funcionario. De la misma manera, maniobras ilícitas semejantes a las descriptas con las Horas CORES, se desarrollaban con relación a las asignaciones de viáticos exigiendo un porcentaje predeterminado a modo de retorno del cincuenta por ciento de lo percibido por cada efectivo”.