“Anna”, Niccoló Ammaniti, Anagrama. Traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona.
Anna huye de los perros, desesperadamente. El lugar ha quedado desolado, debido a La Roja, una epidemia que ha matado a todos los adultos. Una niña aún de 13 años, tratando de sobrevivir y que va en busca de su hermanito Astor, al que suele dejar en una granja en la vecindad. Irán hacia el Sur. La trama, dentro de lo patético, ofrece secuencias poéticas, propias de la infancia, que se dan en esta novela que contiene un cuento para niños. Van hacia el Sur, pero cuando les alcance la adultez, cuando apenas hayan salido de la adolescencia, morirán.
Ahora bien: ¿se puede partir de lo inverosímil, de lo extremadamente fictivo para que el lector quede atrapado en ese recorrido de Anna y su hermano, escindido entre el miedo y la incertidumbre? Parece que Niccoló Ammaniti lo ha logrado, porque además, viene munido de una crítica favorable. En esta travesía hacia el Sur, se les agregará uno de los perros, Mimoso, que pondrá ese toque de humor y ternura en esta novela, para mí, en los límites de la ciencia ficción.
Pensé en “La tierra permanece”, de Stewart, hasta en “El día de los trífidos”, de Wyndham, pero la asociación corre por mi cuenta (aunque no seré el único, porque el crítico Michelle Serra habla de “fantasy, catástrofe, terror”). Quieren llegar al estrecho de Messina, cruzarlo y entrar en el continente, donde habrá posibilidades de supervivencia, al correrse del virus La Roja. Creo que hay un final abierto, hasta sospecho una continuación por parte de Niccoló Ammaniti, que porta una imaginación desbordante.
El escritor tiene la palabra, en fin. Sería una oportunidad para aprovechar un personaje tan atrayente como Anna, acompañada por Astor, su hermanito y por Mimoso, el perro fiel.
Y acaso, disfrutar otra nueva aventura.