La autopsia realizada a Jonathan Emanuel Corbalán indicó que el cuidacoches fue chocado por la Ford Ranger, conducida por Brian Irahola Zeballos, en el lado interno de la pierna izquierda y que falleció por un “severo” traumatismo en la base del cráneo.

Este lunes al mediodía se realizó una audiencia entre el fiscal Pablo Cistoldi, el abogado defensor particular de Irahola Zeballos, César Sivo, y el representante legal de la familia de Corbalán, Maximiliano Orsini.

En la audiencia se expuso el informe de la pericia, que además de indicar que el golpe fue en el lado interior de la pierna izquierda de la víctima -que medía 1.80 y pesaba unos 90 kilos-, existió, para la perito una “proyección de capot”.

Si bien esa conclusión sería materia de un informe accidentológico, para la profesional que realizó la autopsia no se trató solo de un “roce”, como había dicho Irahola Zeballos en su declaración y, según sus conclusiones, tras esa “proyección de capot” es que sufre un “severo” traumatismo en el cráneo y en la base del cráneo que le provoca la muerte.

El abogado querellante Maximiliano Orsini le restó importancia a los dichos del imputado, que había asegurado que Corbalán se encontraba “en la mitad” de la avenida Constitución y aseguró que “hasta que no se haga la pericia accidentológica no se sabrá exactamente dónde estaba en la calle” el cuidacoches al momento de ser atropellado por la Ford Ranger.

“El factor determinante en el hecho es la falta de luces de la Ford Ranger, más allá que sea vea dónde estaba parada la víctima”, dijo Orsini.

En la audiencia, las partes acordaron que se realizará de manera urgente la pericia accidentológica y mecánica y, para el informe, Orsini propuso al perito Gustavo Hollman.

Irahola Zeballos se encuentra detenido en la Unidad Penal 44 de Batán, imputado por homicidio culposo agravado por la muerte de Corbalán, ocurrida el 15 de agosto en la avenida Constitución. El hombre, en su declaración, reconoció que fue él quien manejaba la Ford Ranger que atropelló y mató al cuidacoches y que, tras el hecho, se escondió más de dos semanas por “miedo”.